El escenario post-sentencia ha convertido Catalunya en tierra hostil para Pedro Sánchez. El candidato del PSOE a la reelección no quiere ceder terreno a las protestas y, a pesar de las repetidas convocatorias de boicots a sus visitas, este el miércoles ha vuelto a pisar el histórico cinturón encarnado. Concretamente Viladecans, uno de los feudos socialistas, donde en las municipales de mayo arrasaron con mayoría absoluta. En el exterior, unas 300 personas le han dedicado una protesta de bienvenida bajo el lema 'Sit and talk'. Dentro del recinto el presidente español en funciones ha elevado el tono contra el independentismo.
Como ya ha venido haciendo los últimos días, Sánchez se ha mofado de la insistencia del presidente Torra con las llamadas para que lo descuelgue el teléfono y puedan hablar de presidente a presidente. "Me ha salido un nuevo amigo", ha ironizado. De hecho, ha dejado claro que no piensa ponerse, y que si quiere hablar, de que llame a Iceta, "que no haga llamadas interurbanas, sino de tarifa urbana". Una vez más, le ha recriminado que "no haya condenado la violencia sin ambages". Al mismo tiempo lo ha invitado a "reconocer la otra parte de Catalunya".
Esta colección de críticas ha sido la antesala de la afirmación más contundente del mitin. "No hay mucha diferencia entre la ultraderecha y el independentismo más recalcitrante", ha sentenciado Sánchez. Y lo ha justificado argumentando que unos sólo ven una Catalunya y los otros una única España.
El acto de esta noche ha llegado horas después de la controversia generada entre PSC y PSOE por la intención inicial de Ferraz de borrar del programa cualquier mención al modelo federal y la plurinacionalidad de España. Una llamada de Iceta a la dirección del PSOE ha acabado forzando la inclusión de una referencia en las declaraciones de Granada y de Barcelona, en las cuales se expone una propuesta de encaje para Catalunya.
Al margen de la concentración de rechazo, más de un millar de simpatizantes y militantes socialistas, la mayoría llegados con autobuses del partido desde varios puntos del Baix Llobregat, han llenado el recinto donde se ha celebrado el acto, el Cubic de Viladecans. Además de la sala principal se ha habilitado una anexa para que los que no cabían pudieran seguir los discursos.
Iceta agradece a Buch su tarea
Miquel Iceta ha precedido Sánchez en el escenario y ha sido tanto o más contundente en los ataques a Torra. Le ha implorado de más de diez maneras diferentes que "váyase por favor, váyase por Catalunya, váyase, por todos los catalanes...".
Rememorando los disturbios de la semana pasada, el líder del PSC ha dejado claro que "no es un derecho quemar contenedores, ni agredir a la policía, ni bloquear una estación o un aeropuerto". Y es en este momento que ha aprovechado para dirigirse Miquel Buch. "Gracias, conseller de Interior, porque está a la altura de su responsabilidad".
Para cerrar cualquier indicio de malestar entre el PSC y el PSOE, Iceta ha aprovechado para agradecer a Sánchez que desde el 2017 y durante todos estos meses les haya apoyado. "Cuentas, has contado y contarás siempre con el apoyo del socialismo catalán, total e íntegro, porque te lo has ganado, porque eres la esperanza de muchos catalanes".
Objetivo: sorpasso en ERC en Catalunya
El abril pasado, a las elecciones que los socialistas prefirieron repetir para no pactar con Podemos y los independentistas, ERC ganó unas generales por primera vez a la historia. El objetivo que se ha fijado el PSC de cara a la nueva campaña en que empieza el jueves es destronar a los republicanos como sea y recuperar el título de fuerza más votada. Para conseguirlo, jugarán con fuerza la carta Pedro Sánchez, que pisará dos veces Catalunya en sólo una semana en actos de campaña. Hoy, en Viladecans, para dar el pistoletazo de salida y el último día, para cerrar la carrera hacia el 10-N en Barcelona. La intención es pescar en izquierda y derecha, entre el electorado de los Comunes y de Ciudadanos, bajo el lema 'Ahora sí'.
Los planes de los socialistas han tenido un contratiempo de última hora, la baja médica de su candidata, Meritxell Batet, a quien han prescrito reposo después de una visita a urgencias este domingo. El PSC no puede asegurar todavía cuando podrá reincorporarse Batet ni si llegará a tiempo para el inicio de campaña del jueves por la noche, pero sea cuando sea, sí que se ha decidido amplificar la participación de Pedro Sánchez, que también es el gran protagonista del cartel electoral. También tendrán una presencia destacada varios ministros de su gobierno en funciones y el propio Miquel Iceta.
Por un gobierno sin dependencias
El argumento bastante de los mítines será subrayar la importancia de acumular el voto a la candidatura socialista para evitar que se reproduzca el escenario posterior al 28-A, donde el PSOE se ha visto obligado a tener que negociar para poder investir a Pedro Sánchez. Ahora insistirán en que es imprescindible no necesitar muletas, para poder formar gobierno sin depender de las condiciones de otros actores políticos.
Los estrategas del PSC confían en que la caída libre de Ciudadanos que pronostican las encuestas les inyecte una masa de votantes del partido naranja, con especial confianza en Tarragona. Un trasvase de votos que aspiran que se produzca también al otro lado, por la banda|lado de los Comunes. De hecho, ya han iniciado la campaña de desprestigio del candidato Jaume Asens, a quien califican abiertamente de independentista.
El otro factor en el cual confían los socialistas catalanes es que la irrupción de la CUP fragmente el voto independentista y que, por lo tanto, eso perjudique directamente ERC. Según los cálculos de la dirección del partido, el sorpasso es posible.
Cierre de campaña en la Feria
Esta no será la única visita de Pedro Sánchez durante la carrera hacia el 10-N. El PSC ha reservado el pabellón de la Fira de Barcelona para el gran acto de cierre de campaña, con Pedro Sánchez. Será la primera vez a la historia que un presidente del gobierno de España cierre la campaña de las generales en Catalunya.