Pedro Sánchez es un hombre de tradiciones. Si el año pasado llegó más de una hora tarde a su cita con Felipe VI, este miércoles ha vuelto a hacer esperar al monarca, esta vez 50 minutos. A la salida de la reunión en el Palau de Miravent, en Palma de Mallorca, el presidente español en funciones ha dado la razón al Rey, hay que evitar elecciones, ha dejado claro que no tira la toalla y ha redoblado la presión a PP y Cs.

Su comparecencia se puede resumir en tres mensajes principales, tan simples como repetitivos. La culpa de la no investidura fue de Pablo Iglesias ―con quien dice que "la desconfianza es recíproca"―, la prioridad sigue siendo un gobierno progresista del PSOE que cuente con el apoyo externo de Unidas Podemos, y el objetivo es "no depender de las fuerzas independentistas" y eso pasa por que PP y Cs "asuman su responsabilidad", no bloqueen la investidura y le regalen la abstención.

La desconfianza con Podemos

Fracasado el primer intento, Pedro Sánchez da por muerta la vía de un gobierno de coalición con Podemos. En este sentido ha sido contundente a la hora de reprochar a Pablo Iglesias su actitud de desconfianza con el PSOE. Asegura que como consecuencia del trato recibido, él mismo ha acabado sin poder fiarse. No ha sido la única queja. También ha denunciado que el líder de Podemos "no quería un gobierno plural como proponía el PSOE" sino "dos gobiernos en uno".

Constatadas las desavenencias, la apuesta de los socialistas pasa por "otras fórmulas", entre las cuales enumeran el gobierno a la portuguesa pero también un "acuerdo de legislatura" que es, por ejemplo, el que firmaron Mas y Junqueras en el año 2012. Sánchez ha señalado que es necesario "empezar de cero" y tener como punto de referencia los contenidos. Con todos estos elementos sobre la mesa, pide a Podemos el voto favorable a la investidura.

Presión a la derecha

El jefe de filas del PSOE ha aprovechado el micrófono para intensificar el pressing a la derecha. Apelando a la responsabilidad de PP y Cs, les ha recordado que el país necesita salir del bloqueo, y que muchas comunidades autónomas donde ellos gobiernan necesitan certeza y un gobierno estable y eso no será así mientras "estemos en funciones". Por ello les pide la abstención y les advierte de que si vuelven a bloquear la investidura, existe el riesgo de dejarlo todo en manos de ERC, JxCat y Bildu. "El objetivo es no depender de fuerzas independentistas", ha sentenciado. A todo eso, el PP ha pedido a Pedro Sánchez que se aparte y proponga un nuevo candidato si quiere que los populares pasen del veto a la abstención. 

De hecho, Sánchez ha confirmado que no piensa reunirse con ERC ni con JxCat durante la ronda de contactos con los grupos que forman parte del Congreso. En cambio, ha pedido a Albert Rivera que esta vez se avenga a entrevistarse con él.

Durante la rueda de prensa, el presidente en funciones ha repetido la eterna promesa de "renovar el modelo de financiación autonómica y local" como prioridad de su futuro nuevo gobierno.

Reunión con Armengol

Horas después, Sánchez se ha reunido con la presidenta de las Islas Baleares, la también socialista Francina Armengol, quien le ha pedido al presidente español alguna "fórmula técnica" para que el bloqueo político para la investidura y las formación del ejecutivo estatal no afecte a los presupuestos de las comunidades autónomas.

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EFE

La presidenta balear ha explicado que ha reclamado a Sánchez alguna solución porque "el bloqueo no puede seguir afectando a la vida de las comunidades y de los ciudadanos de las islas", ya que el Gobierno debe 4.700 millones en las autonomías de las entregas a cuenta del sistema de financiación que tenían que llegar en el 2019 (que son 180 millones en el caso de las Baleares), una cosa que ha calificado de "situación indeseable".

Entre estas "fórmulas" técnicas, Armengol ha mencionado la posibilidad de que el Ejecutivo español modifique la previsión de déficit de las comunidades para el próximo año, que está fijado en déficit cero para 2020, o bien "previendo como ingresos estos 4.700 millones de euros" que debe en las autonomías "para poder hacer un presupuesto el más realista posible".

Si el Gobierno debe las comunidades y no puede pagar porque está en funciones, lo que no es justo es que no podamos presupuestar partiendo de los servicios que tenemos que dar a la ciudadanía por un problema de bloqueo político a nivel nacional. Le he pedido que se busquen fórmulas legales para cobrar y para que no afecte al presupuesto", ha explicado Armengol.