El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha hecho este miércoles un llamamiento para que "ningún europeísta se deje arrastrar" por las fuerzas que representan al nacionalismo excluyente que "amenaza" a la integración de la UE.

En su discurso ante el pleno del Parlamento Europeo, Sánchez ha advertido de quienes esgrimen un mensaje "ya conocido" en Europa y que "sembró de cenizas esta tierra hace décadas", y ha apuntado que así lo vio con sus propios ojos a finales de los años noventa, cuando trabajó en Bosnia.

Por eso insistió en pedir en esta Cámara que nadie se deje arrastrar por estas fuerzas. "Continúen firmes en la defensa de los valores europeos y con fortaleza para resistir los cantos de sirena del autoritarismo. Porque solo persiguen un objetivo, destruir Europa", ha añadido.

Sánchez apeló a la necesidad de "proteger Europa para que Europa proteja a sus ciudadanos" y apostó así por avanzar en la integración. "Frente a la involución, progreso, frente a la retórica de las identidades excluyentes, identidades que suman, que no se anulan entre sí", ha dicho.

Brexit: el pacto era "el mejor posible"

Sánchez ha lamentado el rechazo del Parlamento Británico al acuerdo con la UE sobre el brexit, y ha advertido de que ahora corresponde al Reino Unido "adoptar las decisiones que considere oportunas sobre los pasos a dar". En su discurso y horas después de que el Parlamento británico tumbara el acuerdo para el 'divorcio' con la UE por 432 votos en contra y 202 a favor, Sánchez ha insistido en que dicho pacto era "el mejor posible" porque supone "la opción que protege mejor los intereses de ambas partes" así como "los derechos de sus ciudadanos y de los operadores económicos".

Tras subrayar en que ahora es el Reino Unido el que tiene que decidir qué hace, ha recordado que los demás países miembros y la Comisión Europea están haciendo su trabajo mediante la adopción de "las medidas necesarias para minimizar el impacto" de una posible salida sin acuerdo.

Sánchez, que ha hecho esa apreciación al inicio de su discurso ante los eurodiputados, ha señalado que siempre ha expresado la opinión de que la salida del Reino Unido de la Unión "es una desgracia", tanto para el pueblo británico como para la UE.

"Nadie gana, todos perdemos"

"Nadie gana, todos perdemos. En especial, los británicos y en particular, quienes más necesitan del amparo de su gobierno. Los más vulnerables", ha dicho.

Tras recordar que el acuerdo ha sido negociado durante un año y medio y valorar la labor del negociador principal de la UE, Michel Barnier,ha apuntado que la votación del Parlamento británico es una decisión soberana que hay que respetar. Ha insistido en que espera que el Reino Unido "elija mantener una relación lo más estrecha posible con la Unión Europea".

Advirtió, en cualquier caso, de que los principios de la UE son claros: "La integridad del mercado interior, la indivisibilidad de las cuatro libertades y la autonomía de decisión de la Unión". "En el marco de esos tres puntos nos encontraremos siempre", ha añadido.