¿Habrá llamada entre Pedro Sánchez y el president en el exilio, Carles Puigdemont, como la hubo este miércoles entre el primero y el presidente de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras? Es una pregunta que sobrevuela las negociaciones de la investidura desde que el presidente en funciones llamó personalmente al líder de los republicanos antes de la reunión que mantuvo con el hombre de ERC en Madrid, Gabriel Rufián. Este viernes Sánchez cierra la ronda de contactos con Junts per Catalunya y EH Bildu y el candidato a la reelección opta por las evasivas, mientras ha asegurado que expondrá su propuesta de amnistía cuando acabe las reuniones con los grupos.

Durante una conversación informal con periodistas en el Palacio Real con motivo de la celebración del 12 de octubre, Sánchez ha evitado expresamente confirmar si tiene la intención de hablar con el expresident catalán, alegando que está inmerso en una negociación que le implica establecer conversaciones con los grupos parlamentarios. "Yo me reúno y hablo con los grupos", ha respondido Sánchez al ser preguntado reiteradamente por los periodistas si operaría de la misma manera que con Junqueras.

En este sentido, el secretario general del PSOE ha diferenciado entre ERC y Junts, recordando que lleva cinco años trabajando codo con codo con los republicanos aprobando leyes de peso, y ha enmarcado en la "coherencia" la llamada de casi 40 minutos que hizo con Junqueras como preliminares a la reunión con Rufián. De hecho, después de verse con Sánchez, el portavoz en Madrid de ERC, que vería "bueno" y "sano" que el candidato a la investidura pudiera hablar con Puigdemont, situó en la "normalidad democrática" la conversación entre los líderes del PSOE y ERC. Además, en la misma conversación con periodistas, Sánchez ha añadido que está llevando a cabo "negociaciones complejas", que, según su punto de vista, van "en la buena dirección".

La propuesta de amnistía del PSOE, pronto

Al ser preguntado por la amnistía, el líder del PSOE ha destacado que hay cinco grupos parlamentarios (Sumar, ERC, Juntos por Cataluña, EH Bildu, el PNB y el BNG) que le han pedido esta medida de gracia, recordando que suman 56 diputados, al margen del Partido Socialista. En todo caso, independientemente de la propuesta de Sumar, los socialistas tienen su “opinión y posición” sobre la amnistía y han avanzado que harán pública su propuesta de ley tras conocer la del resto de grupos parlamentarios. En este sentido, se ha comprometido a explicar todos los detalles de esta norma que tiene que pasar por el Congreso de los Diputados y ha añadido que todo lo que haga tendrá respeto constitucional, en la línea de lo que han asegurado los portavoces socialistas esta semana, como Félix Bolaños o Pilar Alegría.

En la víspera del encuentro con Junts, fuentes del gobierno español presentes en el Palacio Real han supeditado el pacto con los de Puigdemont a dotar de “seguridad jurídica” a la amnistía y les han pedido que tengan compromiso con el “diálogo”. “Tenemos que comprobar realmente que no quieren la vía unilateral”, afirman, y “tienen que saber que no habrá independencia de Catalunya”. Del mismo modo, las mismas fuentes han afirmado a la prensa que el acuerdo no será a “cualquier precio”. Y continúan: “Saben que se tienen que mover [...] y tienen que dejar muestras inequívocas que operarán dentro de la Constitución”.

Acusa al PP de "apropiarse" del 12-O

La recepción de los reyes ha tenido lugar unas horas después de que se constatara otra pitada sonora contra Sánchez, bajo el grito "Que te vote Txapote", durante el desfile militar del 12-O en la plaza de Neptuno de Madrid. En este sentido, el presidente en funciones ve un "intento de apropiarse de los símbolos comunes", como el 12-O, la Constitución, el Consejo General del Poder Judicial o la bandera. "El problema lo tienen ellos; España es mucho más plural que la España intolerante del PP y de Vox," ha rematado. Como réplica, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha negado rotundamente que su partido haya promovido los abucheos. “Debe de ser una broma”, ha afirmado Feijóo a los periodistas.