El PDeCAT y ERC se han vuelto a reunir a las puertas del Tribunal Supremo el mismo día en que Oriol Junqueras, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart están citados por el juez instructor de la causa del 1-O, Pablo Llarena, para hacerles conocer los delitos de que se les acusa. Estos han denunciado que Sànchez no pueda salir para la investidura, que estaba prevista el viernes pasado, hecho que los independentistas han considerado una "intervención judicial" en palabras del senador demócrata Josep Lluís Cleries, y una "limitación de derechos", según la diputada republicana Esther Capella.

Cleries ha afirmado que eso suponía "impedir la democracia" en Catalunya porque la Justicia no liberaba al candidato propuesto por el presidente del Parlament Roger Torrent. Además, ha afirmado que no aceptarán "de ninguna manera" la situación de prisión provisional en la que se encuentra parte del Govern destituido y los líderes de Òmnium y ANC. "Con todas las letras son presos políticos porque están encarcelados por sus ideas", ha dicho Cleries, exhibiendo el lazo amarillo. Capella, incluso ha señalado que así "se modificaba el resultado" del 21-D, elecciones que dieron la victoria en la suma de ERC, PDeCAT y la CUP.

Sobre el futuro, Cleries ha recordado que Junts per Catalunya se reunirá esta semana en Berlín para tratar los siguientes pasos a dar pero ha reivindicado que al candidato a la investidura tiene que poder decidirlo "el pueblo de Catalunya" y no se puede tolerar "que sea un juez o el Gobierno". Además, ha dicho que hasta ahora los candidatos reunían "todas las condiciones" para serlo. En segundo lugar, ha recordado la manifestación de este domingo en Barcelona, que ha asegurado que fue una "muestra de civismo y de paz" para reclamar derechos de manera "cívica y pacífica".