La coordinadora del PDeCAT, Marta Pascal, ha subrayado hoy que ya no están en la "fase" unilateral y así ha descartado que investir al líder de JxCat, Carles Puigdemont, como president de la Generalitat suponga una apuesta en esta línea, ya que la nueva legislatura tiene que ser la de la "recomposición".

En una entrevista en Onda Cero, Pascal ha criticado que la policía revise "alcantarillas y maleteros" y refuerce las fronteras para intentar capturar al candidato a la Presidècia de la Generalitat, Carles Puigdemont, algo que, según su opinión, "no es normal en una democracia madura".

En este contexto, después de la declaración de independencia, la marcha de Puigdemont, la aplicación del 155 y las elecciones del 21-D, la coordinadora del PDeCAT ha subrayado que esta nueva legislatura tiene que ser "la de la recomposición, la de recuperar las instituciones y la de evitar cueste lo que cueste mantener el 155".

En este sentido, ha subrayado que investir a Puigdemont —que sigue en Bélgica— es "normalizar" lo que los ciudadanos manifestaron el 21 de diciembre, aunque "no es una apuesta por la unilateralidad", porque "no estamos en fases unilaterales".

Sobre su conversación con el exsecretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba, ha afirmado que constataron las diferencias sobre el encaje de Catalunya y que "ninguna de las partes pidió nada a la otra".

Caso Palau, "una triste mancha"

Después de la sentencia del caso Palau de la Música, que condena a CDC a pagar 6,6 millones de euros, Pascal ha admitido que es una "triste mancha" en la historia de Convergència, formación que, según ha dicho, tiene que dar las "explicaciones pertinentes" y afrontar el pago, ya que ni el PDeCAT, partido heredero con NIF propio, ni su actual dirección tienen "relación" con los episodios que relata la sentencia.

El representante legal de CDC, Francesc Sánchez, ya dijo que, una vez la sentencia fuera firme y se confirmara la condena, quien asumiría el pago sería Convergència, que todavía existe como organización, aunque sin contenido político.