La Unión Europea está más cerca de tomar un paso decisivo que afectará de lleno al Parlamento Europeo. Prepara una ley electoral reformada que, aparte de redistribuir parte de los escaños del Reino Unido entre los países miembros, también servirá para establecer un mínimo de votos para obtener representación, lo que se conoce como barrera electoral.

La reforma de la norma todavía tiene que ser validada en el Parlamento Europeo, donde se tiene que aprobar por mayoría absoluta, pero de ser aceptada, podría perjudicar gravemente ERC y el PDeCAT, que incluso se podrían quedar fuera de la Cámara europea. La votación se tiene que llevar a cabo en el pleno que tendrá lugar la primera semana de julio, pero todavía no está claro que consiga los votos suficientes para salir adelante.

La novedad que se introducirá por primera vez será el listón mínimo de votos, que será del 2% al 5% según lo que decida cada país miembro. Este mínimo sólo se pondrá en marcha en los grandes países europeos, con más población y más escaños, como Francia, Italia, España y Alemania. Las alarmas han saltado especialmente en estos últimos dos países, donde hay partidos muy minoritarios que obtienen representación y hasta ahora no había un umbral mínimo.

De aplicarse una barrera electoral del 5%, el peor de los escenarios, el resultado de las europeas podría alterarse sustancialmente. En las últimas elecciones en el Parlamento europeo del 2014, Coalición para Europa (CEU) —donde estaba integrada la antigua CiU con el PNV y CC— obtuvo el 5,42% de los votos; ERC se quedó con el 4%, Ciudadanos con 3,16%, la candidatura de Bildu (Los Pueblos Deciden), por su parte, se quedó con un 2,1%, parecido a lo obtenido por Primavera Europea (1,9%).

Eso obligaría a los partidos minoritarios o nacionalistas a presentarse en coalición a las elecciones europeas si no quieren quedarse sin representación.

 

¿Por qué este cambio?

Hasta ahora los estados miembros tenían libertad para decidir si imponían un umbral electoral o no. España, igual que Alemania, no tenía. De aprobarse la reforma, los estados grandes estarían obligados a imponer un umbral del 2% o del 5%. La modificación viene a propuesta de Alemania que quiere vetar que la extrema derecha de su país pueda obtener prepresentación en la Eurocámara. Después de intentar imponer el umbral dentro de las leyes electorales alemanas, y encontrarse con la oposición del Tribunal Constitucional que se lo ha rechazado varias veces, Alemania ha decidido impulsar la modificación de la ley a nivel europeo.

De hecho, en el caso alemán, de salir adelante la propuesta, la canciller Angela Merkel y su gran partido, la CDU, junto con el SPD, saldrían beneficiados porque impedirían que los partidos antisistema y extremistas dieran un paso adelante y obtuvieran representación en unas europeas, elecciones en las cuales la participación baja facilita un trasvase de votos.

Pero en el ámbito español, la situación es diametralmente diferente: si bien la formación de ultraderecha Vox saldría perjudicada con toda probabilidad, las grandes complicaciones serían para partidos como ERC o Bildu, que podrían quedar fuera del Parlamento Europeo, a no ser que fueran en coalición entre ellas o con partidos nacionalistas de otras comunidades como el País Vasco o Galicia.

Ahora bien, todavía no está claro que la modificación de la ley se acabe sacando adelante ni que llegue a las próximas elecciones europeas, que se celebrarán en mayo o junio del próximo año. De hecho, la Comisión de Venecia recomienda que las modificaciones electorales no se hagan menos de un año antes de las elecciones. Si se aprobara en julio, momento en que está previsto el debate, quedaría menos de un año para las elecciones y, por lo tanto, podría ser que se decidiera que la reforma entrara en vigor en las siguientes elecciones, en primavera del 2024.