Las calles de l'Esquerra de l'Eixample no recuerdan en nada a las de cualquier día laborable de octubre. No es domingo, pero tampoco parece un martes a hora punta de la mañana (como en realidad es). El tráfico es tan fluido que no parece Barcelona. Muchas tiendas tienen las persianas bajadas. Los pocos peatones que hay, o son turistas o son barceloneses que pasean el perro y compran el diario. Ya avisa el restaurante chino Río Azul, de Balmes con Mallorca, en su puerta cerrada: "Cerrado huelga general". Hay convocada un "paro de país" contra la represión del Estado para parar el 1-O.

La misma escena se repite en varios establecimientos de la cadena Nostrum, de comida para llevar, en el centro de la capital. Otras cadenas se han sumado al paro de país. Es el caso de los supermercados Bonpreu, Casa Ametller, Sorli Discau o Plusfresc. También la Asociación de Concesionarios de Mercabarna (Assocome), que reúne unas casi 800 empresas que trabajan en este polígono comercial.

Aturada general - Laura Gómez

Una de las explicaciones al poco tránsito rodado es que la Ronda Litoral (B-10) ha sido cortada en la Barceloneta en los dos sentidos, provocando algunas retenciones. También se han producido cortes en otros puntos de las rondas, y en la avenida Diagonal a la altura de la Zona Universitaria, uno de los principales puntos de entrada a Barcelona. También es difícil la movilidad en transporte público: a las nueve y media han acabado los servicios mínimos de metro.

Durante toda la jornada hay actividades movilizaciones y actividades previstas en toda la ciudad. A las once, los bomberos marcharán hasta la Delegación del Gobierno español en Catalunya. A la misma hora, habrá una concentración delante del IES Ramon Llull, escenario de la brutalidad de la represión del Estado español. A las doce, en la plaza Universitat, se manifestarán los estudiantes. Y a las seis, en el mismo lugar, habrá una concentración unitaria "en defensa de los derechos y las libertades", que se reproducirá en todas las capitales de comarca.

Aturada general - Laura Gómez

En el centro, las cosas son un poco diferentes. En Paseo de Gràcia o el Portal de l'Àngel, hay más tiendas y grandes centros comerciales que han abierto sus puertas (aun así, son menos que de costumbre), porque así admiten los trabajadores que se lo han dicho sus responsables. Sin embargo, con las persianas subidas o bajadas, la imagen es la misma: calles fluidas de tráfico y pocos, muy pocos peatones. Especialmente si se compara con un día dónde no haya convocado un paro de país.

Aunque se llama "paro de país", algunas escenas también recuerdan a las de una huelga general. Pero esta vez, a los jóvenes desfilando con banderas soviéticas y republicanas españolas, se le suman también muchas esteladas, de todo color. Desde primera hora de la mañana han empezado a hacer acto de presencia en un centro de Barcelona que no recuerda al de un martes laborable.