El Parlament ha aprobado este jueves la retirada de los agentes de la Guardia Civil de Catalunya. Justamente cuando hace dos años de la brutal actuación de este cuerpo policial para parar el referéndum del 1 de octubre, y cuatro días después de las nueve detenciones de miembros de los CDR acusados de terrorismo, JxCat y ERC se ha puesto de acuerdo para someter a votación del pleno, en el marco del Debate de Política General, la salida del instituto armado del territorio catalán.

La propuesta ha recibido el apoyo de la CUP, mientras que los Comuns se han abstenido y Cs, PSC y PP han votado en contra.

El texto aprobado también pide que "se detengan las operaciones policiales" de todos los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que consideran "prospectivas" y que hacen una "utilización especulativa y arbitraria de los tipos penales asociados al terrorismo para tal de reprimir el activismo social y político". Con todo, considera que la Guardia Civil es un cuerpo de "cariz político" que está centrado en "perseguir determinados colectivos políticos y sociales", por lo que considera que se tendría que retirar de Catalunya.

Esta es la primera vez que la cámara catalana somete a votación y aprueba una resolución de esta magnitud, a diferencia del Parlamento Vasco, que sí que lo ha votado en varias ocasiones. La última en febrero de 2017, cuando el pleno rechazó la propuesta de Bildu de retirar todos los efectivos de los cuerpos policiales españoles.

 

Dimisión de Cunillera

Además, el Parlament también ha aprobado, con el voto de los mismos partidos, pedir la dimisión de la delegada del Gobierno a Catalunya, Teresa Cunillera, al considerar que es "manifiestamente incapaz de garantizar los derechos fundamentales de la ciudadanía". Una petición que llega, también, después de que la delegada socialista afirmara justo después de las detenciones que se habían practicado con "carácter preventivo" para evitar "posibles actos delictivos".