La reforma del reglamento que permitirá agilizar la ruptura con España continuará su tramitación después de que el Parlament haya rechazado este miércoles las enmiendas a la totalidad presentadas por Ciutadans, PSC, Catalunya Sí Que es Pot y el PP.

Pasado este primer trámite, el debate sobre la reforma pasará a comisión y posteriormente tendrá que volver al pleno para aprobarse definitivamente. Este hecho supondría la modificación del reglamento actual que permitiría tramitar las proposiciones de ley por lectura única y a instancias de su grupo. En concreto, esta medida facilitaría en gran medida la aprobación de la ley de transitoriedad jurídica, popularmente conocida como ley de desconexión.

En un tono sereno el presidente del grupo de Junts pel Sí en el Parlament, Jordi Turull, ha defendido la propuesta de reforma del reglamento como una modificación que beneficiará en todos los grupos parlamentarios "especialmente los más pequeños".

De esta manera Turull se ha querido curar en salud ante las acusaciones de los grupos unionistas, que han cargado contra el Govern desde que se anunció la modificación del reglamento para querer permitir que las proposiciones de ley se puedan tramitar por lectura única a instancias de un solo grupo para poder así agilizar la aprobación de las leyes de desconexión.

A pesar de las palabras conciliadoras de Turull, la oposición no ha dado tregua y ha arremetido contra la reforma del reglamento por su voluntad "de anular la democracia en el Parlament". Así lo ha considerado el diputado de Ciudadanos José María Espejo, que ha asegurado que detrás de la "supuestamente bien intencionada reforma del reglamento está el intento de cambiar las reglas del juego a mitad del partido por los que van perdiendo".

Durante su intervención, Espejo ha reconocido que la reforma del reglamento propuesta por Junts pel Sí es totalmente legal pero ha insistido en la necesidad de "consenso para cambiar las reglas del juego".

También ha apelado a la necesidad de consenso la portavoz del PSC, Eva Granados, que ha asegurado que su grupo está "preocupado y triste" porque el Govern "ha roto la confianza" proponiendo una reforma del reglamento sin el apoyo de los grupos.

"La dictadura de la mayoría"

Catalunya Sí Que es Pot, que en este caso ha posicionado del lado de Ciudadanos, PSC y PP, ha tildado la reforma del reglamento de un "mero envoltorio" bajo el cual se esconde la voluntad de acelerar la desconexión. El presidente del grupo, Lluís Rabell, ha sido especialmente duro en este sentido y ha asegurado que "la democracia deja de serlo cuando no garantiza el derecho de las minorías" ya que, en este caso, pasa a ser "una dictadura de la mayoría".

Ante esta situación, el grupo ha enaltecido el papel del Pacte Nacional pel Referèndum, que está buscando apoyos para celebrar un referéndum pactado por el Estado.

El grupo popular también ha cargado duramente contra el Govern, a quien ha comparado con "el Nicolás Maduro de turno". El portavoz de la formación, Alejandro Fernández, ha apelado también al consenso que requiere la reforma del reglamento pero ha advertido al Ejecutivo de que "el totalitarismo de identidades siempre muere".

"Les responderemos con serenidad y firmeza convencidos de que la verdadera democracia siempre gana", ha asegurado Fernández.

La última al intervenir ha sido la diputada del CUP Anna Gabriel, que ha rebatido los argumentos de todos los grupos de la oposición asegurando que sus discrepancias con el Govern no derivan de la tramitación por lectura única, sino de la propia tramitación de la ley de desconexión. "En lugar de encontrarnos a la ponencia, nos encontraremos con ustedes en los tribunales", ha lamentado Gabriel.