Paso adelante del Parlament de Catalunya para establecer un cordón sanitario contra la ultraderecha en las instituciones y en la calle. Ha sido a través de una moción de Esquerra Republicana aprobada este miércoles por la mañana. El texto cuenta con una larga lista de puntos. Concretamente los dos que hacen referencia a "pedir a las fuerzas políticas presentes en la cámara que no colaboren con la extrema derecha, ni activamente ni pasiva, ni contando con sus votos ni compartiendo movilizaciones en la calle" y a "no normalizar ni blanquear el fascismo" ha contado con el voto favorable de Ciudadanos.

Los dos apartados que instan a arrinconar a Vox a todos los niveles han recibido un apoyo mayoritario: 127 votos a favor (JxCat, ERC, PSC, Catalunya en Comú, CUP y Cs), ninguno en contra y 4 abstenciones, las del Partido Popular. Cuando menos, los populares han sido conscientes de las alianzas que —activa o pasivamente— han rubricado con los de Abascal. Como Cs.

Otro de los puntos del redactado que han quedado aprobados cuestiona "la impunidad que a menudo tienen las acciones de la extrema derecha en la calle y que demasiado a menudo dan apariencia de connivencia con las instituciones judiciales y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado". En este sentido, se señala el hecho de que la Fiscalía General del Estado acepte considerar los partidos o colectivos de ultraderecha como susceptibles de ser víctimas de delitos de odio. Este bloque, eso sí, sólo lo han avalado los independentistas y los comunes, igual que los que instan al gobierno del Estado a apostar por "una política de diálogo y soluciones democráticas para Catalunya, abandonando la vía judicial, donde comparte acusaciones con la extrema derecha".

Aprovechando la iniciativa de ERC, Junts per Catalunya ha incorporado una enmienda, que se ha aprobado también gracias a los apoyo de independentistas y comunes, reivindicando "el ejercicio y salvaguardia de todos los derechos humanos y libertades", en especial, afirman, "los de reunión, manifestación y autodeterminación".

En la misma moción se pide la mediación de las instituciones europeas, para que se conviertan en "garantes de los derechos fundamentales de la ciudadanía y de un diálogo que sirva para llegar a soluciones políticas".