Si en alguna cosa ha sido fácil ponerse de acuerdo entre el Partido Popular y Ciudadanos, ha sido en defender la unidad de España y suprimir el modelo de inmersión lingüística en las escuelas catalanas.

Después de una semana de negociaciones y de momentos difíciles para superar algunos escollos, finalmente el PP y C's han firmado el pacto para la investidura del próximo martes 30 de agosto. Sin embargo, el pacto no es suficiente para desbloquear la formación de gobierno. PP y C's suman 169 escaños y, por lo tanto, les faltan 7 diputados para superar la investidura. Aunque muy probablemente se sumará Coalición Canaria (CC), sólo podrá aportar un voto, por lo que seguirá siendo insuficiente.

Tanto Mariano Rajoy como Albert Rivera lo saben. Por eso, llaman a los socialistas a sumarse. En este sentido, el líder de Ciutadadanos ha querido vender a Sánchez que 100 de las 150 medidas que se han pactado ya estaban en el pacto que ellos dos firmaron el pasado mes de febrero, cuando Pedro Sánchez se presentó a la investidura sin éxito. Así lo ha explicado Rivera al acabar la reunión con los populares, pero los pactos no son del todo similares.

Más allá de la puesta en escena, que ha sido muy diferente, hay bastantes diferencias en los dos documentos, sobre todo, por lo que respecta al modelo territorial. El pacto con Rajoy es mucho más duro con Catalunya, deja tocado de muerte al modelo de inmersión lingüística en las escuelas y hace una defensa encarnizada de la unidad de España y en contra de la convocatoria de cualquier referéndum que la comprometa.

Reforma constitucional

Este era uno de los ejes importantes del pacto entre Pedro Sánchez y Albert Rivera. De hecho, se dedicaron hasta tres páginas del acuerdo a esta cuestión. Se apostaba por una reforma contundente de la Carta Magna, que tenía que conducir a un Estado mucho más federal. De Rajoy, sin embargo, Rivera no ha conseguido llevarse más que el compromiso de estudiar una reforma del texto constitucional. Un punto que Rivera ha dejado para el último entre los que ha destacado en la rueda de prensa, y del que Rajoy ha pasado de largo en su explicación ante la prensa.

Educación y trilingüismo

El partido naranja y los populares han acordado hacer un pacto nacional para la educación, que evite que se cambie la ley electoral cada vez que haya un nuevo partido en el gobierno. Además, también se ha acordado paralizar la aplicación de la LOMCE.

Eso, sin embargo, no se acaba aquí. En este punto Ciutadadanos ha conseguido una de sus propuestas estrella y de la cual hace bandera desde su nacimiento como partido. Hablamos de la implementación de un modelo trilingüe en las escuelas catalanas. Es decir, que la lengua vehicular sea el catalán, el castellano y el inglés, suprimiendo así el modelo la inmersión lingüística vigente. El acuerdo prevé aplicar este modelo trilingüe en todas las comunidades donde hay dos lenguas oficiales, y un modelo lingüístico bilingüe con el inglés como segunda en aquellas que sólo se habla castellano.

Defensa de la unidad de España

Los dos acuerdos defendían la unidad de España como punto indiscutible. El pacto con el PP, sin embargo, recoge específicamente la defensa de esta unidad y también de la soberanía nacional. Prevén un pacto para la defensa de la unidad y de la Constitución, y quieren conseguir sumar el resto de fuerzas "constitucionalistas". Además, hay un compromiso firme contra todo intento de convocar un "referéndum de secesión de cualquier parte del territorio".

En el anterior pacto con los socialistas, esta parte estaba detallada bajo el punto de reforma constitucional y, aunque también dejaba claro que había que oponerse a todo intento de convocar un referéndum, la reforma constitucional apostaba por un modelo mucho más federal.

Financiación autonómica

Uno de los puntos que también afecta a Catalunya es la financiación de las autonomías. Los populares y Ciutadadanos han pactado que durante el primer mes de gobierno se empiece la modificación de la LOFCA. El pacto con los socialistas también hablaba de esta modificación, pero se daba un plazo de seis meses. Los de Rivera y Rajoy han dejado por escrito reformar el sistema de financiación para "corregir las insuficiencias y garantizar los principios de autonomía, solidaridad e igualdad recogidos en la Constitución". Quieren constituir durante el primer mes de gobierno un grupo de trabajo que actuaría de forma "paralela" al Consejo de Política Fiscal y Financiera "para ofrecer propuestas sobre un nuevo modelo de financiación territorial".

El texto habla de preservar el régimen especial de Canarias, pero no menciona el concierto vasco, un punto del que tampoco se hacía referencia en el acuerdo con los socialistas.

¿Qué hacemos con el Senado?

El pacto con el PP prevé reformar la cámara para convertirla en una "cámara territorial real" y también reducir el número de senadores. Este punto no parece muy diferente, a priori, de lo que se pactó con los socialistas. Lo más destacado sería que el pacto con el PSOE era más ambicioso, ya que dejaba la puerta abierta a suprimir la cámara si no se conseguían reconvertir sus funciones, un punto que no aparece en el de los populares. Pero la duda más grande y también la duda más destacada, es cómo se prevé cambiar las funciones de la Cámara Alta si no se hace una reforma de la Constitución.

¿Y con las diputaciones?

El acuerdo entre Rivera y Sánchez preveía eliminar las diputaciones, para así reducir el gasto en Administración Pública. Este, que era uno de los puntos importantes para Rivera, finalmente no le ha podido arrancar eso a Rajoy. No se suprimirán las diputaciones, pero sí que se recortarán. El líder de Ciudadanos ha asegurado que se ha pactado reducir el gasto en 1.000 millones de diputaciones y empresas públicas. No se ha detallado, sin embargo, qué cantidad se reducirá de cada cosa. Según había detallado C's antes de las negociaciones, la supresión completa de las diputaciones podría suponer un ahorro de entre 4.000 y 5.000 millones.