El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y la portavoz, Irene Montero, ponen sus cargos a disposición de las bases de Podemos después de la polémica sobre la compra de un chalet de 540.000 euros. Lo harán mediante una consulta con la siguiente pregunta: "Consideras que Pablo Iglesias e Irene Montero tienen que seguir al frente de la secretaría general de Podemos y como portavoz parlamentaria?". Esta cuestión tendrá dos respuestas; "Sí" o bien "No".

Lo han comunicado en una rueda de prensa conjunta donde Montero ha empezado denunciando que desde que se hizo pública la noticia sobre la compra han perdido su derecho a la intimidad. En la misma línea, ha criticado que los paparazzis les persigan hasta las puertas del hospital para "robar fotografías cuando salimos de una ecografía" (Iglesias y Montero esperan gemelos).

"No deseemos a nadie que pase por lo que estamos pasando", exponía Montero que al mismo tiempo aseguraba que cuando decidieron ponerse en política "sabíamos a que nos enfrentábamos". La portavoz se ha mostrado convencida de estar actuando de acuerdo con lo que es y con el código ético de Podemos, pero ha admitido que no puede juzgar los que les acusan de ser "incoherentes".

Por su parte, el secretario general ha sido el encargado de dar a conocer la pregunta de la consulta, indicando que "son los que nos escogieron los que tienen que decidir si somos dignos de seguir en nuestras responsabilidades o nos hacen dimitir".

"Se han traspasado los límites de la intimidad"

Ambos han coincidido en afirmar que "aquello que es personal es político" pero también en alertar de que por culpa de esta polémica "se han traspasado los límites de la intimidad". Además, Iglesias ha añadido que nunca se habría podido imaginar que "querer criar a los hijos en un contexto más tranquilo pudiera suponer un debate que cuestionara nuestra credibilidad". Este próximo lunes se conocerán más detalles sobre esta consulta.