El presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha alertado al PSOE que es un "error" fijar líneas rojas en los pactos postelectorales del 28-A porque "a la hora de la verdad se convierten en un cheque en blanco para un gobierno tripartito de extrema derecha".

Junqueras ha dirigido una carta a la militancia el día que empieza la campaña electoral, en que también avisa a nadie tiene que regalar cheques en blanco al PSOE "que actúen como líneas rojas para una verdadera democracia que pasa por un referéndum inevitable".

A la carta el líder y candidato de ERC se dirige al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para preguntarle si después del 28-A "trabajará por una solución o seguirá encarcelando ideas y la democracia".

Así anima a los independentistas a ganar por primera vez a la historia unas elecciones españolas. "El futuro de Catalunya, podéis estar seguros, sólo se resolverá votando, y nosotros haremos que pase. Tenemos la razón y tendremos la fuerza democrática".

Mano extendida y diálogo

Junqueras defiende en su carta que no hay nadie más independentista que él y que no hay nadie más dialogante que su partido. A su entender el camino que se debe seguir es "mantener la firmeza absoluta de las convicciones y la mirada puesta en el objetivo de la República catalana combinado con la mano extendida y el diálogo". El líder de los republicanos ha contrapuesto esta actitud con la del Gobierno, que "se ha levantado de la mesa por miedo". 

"Nosotros no tenemos ningún miedo de defender la independencia de Catalunya, el derecho a la autodeterminación y a la vez la necesidad de sentarnos para encontrar una solución política. Muchos liderazgos mundiales nos han enseñado que hay que hablar, incluso, con aquellos que nos han cerrado en la prisión", ha defendido.

"Legítimamente orgulloso"

En su carta, el líder de ERC lamenta no poder dirigirse directamente a los electores durante la campaña. “Si la prisión es el precio para defender la democracia y la libertad, lo pagaré, pero no nos paramos ni renunciamos a ninguna de nuestras convicciones por más represión que nos quieran imponer”, asegura.

Junqueras afirma que no ha hecho nada de lo que tenga que arrepentirse. Al contrario, se siente "legítimamente orgulloso" porque "ser leal al mandato de los ciudadanos es la obligación como representantes públicos". "Y no tengáis ninguna duda, lo volvería a hacer", concluye.