Pablo Llarena moverá ficha esta mañana sobre la situación de Anna Gabriel. Todo indica que acabará dictando la orden de detención nacional e internacional. La decisión podría llegar en una hora. Para llevarlo a cabo no hace falta que nadie se lo pida, a pesar de que Vox no ha desperdiciado la oportunidad.

La acusación popular del caso contra el referéndum, ejercida por Vox, ha solicitado que se dicte orden de detención nacional e internacional contra la exdiputada de la CUP Anna Gabriel tras constatar su incomparecencia este miércoles en el Tribunal Supremo, donde había sido citada a las 9.30 horas por el juez Pablo Llarena para ser interrogada por delitos de rebelión o sedición y malversación de fondos públicos.

Fuentes judiciales han señalado que la secretaría del Juzgado ha levantado acta de incomparecencia a las 10.00 horas, después de constatar que habían transcurrido 30 minutos y Gabriel no aparecía tal como había anunciado su defensa. Esta acta ha sido después entregada al magistrado instructor, que esperaba en su despacho, y que podrá entonces acordar lo que considere oportuno al respecto.

Aunque estaban citadas todas las partes, a aquella hora únicamente habían acudido al Alto Tribunal el abogado de Vox y el representante de la abogacía del Estado, que ha anunciado que se adherirá a lo que solicite la Fiscalía. El representante del ministerio público tampoco había acudido a esta hora y se desconoce su postura.

La defensa de Gabriel comunicó este martes por escrito que la exdiputada no iría a declarar y su intención de permanecer en Suiza, país en el que llegó hace varios días, al entender que en la causa de la investigación "no hay derecho a un juicio justo".