"Ha sido un año perdido". Este ha sido el diagnóstico unánime de la oposición del balance del primer año de Govern de Quim Torra, que este jueves se ha debatido en el Parlament. Desde Cs y PP hasta el PSC, pasando por Comuns, todos ellos con sus matices y visiones, han cargado contra la gestión del Ejecutivo, que ven "perdido" e "inefectivo". También la CUP ha pronunciado un discurso muy crítico, pero ha tendido la mano al Govern para hacer "nuevos ejercicios de autodeterminación".

El discurso más duro, como ya se podía prever, ha sido el de la nueva portavoz de Cs, Lorena Roldán, que ha acusado al Govern de hacer "teatrillo" y les ha pedido que se saquen los lazos amarillos "de los ojos" y al "supremacismo de encima". Además, ha acusado al Ejecutivo de querer "volver a declarar la independencia unilateral" y querer "seguir con el golpe". Por todo esto, ha concluido: "No es el presidente de todos los catalanes ni la república existe".

Tampoco le ha faltado contundencia al presidente de los socialistas, Miquel Iceta, que ha "suspendido" la gestión de Govern de Torra y ha acusado al presidente, después de que haya asegurado que lo volveremos a hacer, de "no haberse comprometido con el cumplimiento de la legalidad" y de ir contra el "progreso". "No creemos que esté bien enfocado", ha avisado, añadiendo que no se puede hacer "balance positivo" del año de Govern.

Los Comuns, a pesar de recordar que están comprometidos con el derecho a decidir y los presos, han tildado el año de "perdido" y en el Gobierno de "no saber hacia donde van", por lo que ha pedido que "no nos hagan perder el tiempo". Lo han dicho en boca de la presidenta del grupo al Parlament, Jéssica Albiach, que ha a defendido que "a Catalunya no sobra nadie, lo que sobra es el frontismo". "No han gobernado y no es un buen presidente" ha añadido.

Por parte del PP, Alejandro Fernández ha puesto un "cero" a la presidencia de Torra, lo ha acusado de haber expulsado a todos los independentistas y le ha pedido que convoque elecciones.

La CUP extiende la mano para nuevos "ejercicios de autodeterminación"

Un discurso diferente, aunque también mucho crítico, ha sido lo que ha hecho la diputada de la CUP Maria Sirvent. La cupaire ha reprochado al Ejecutivo que no haya sido "efectivo" y lo ha acusado de "haber malbaratado el mandato del 1-O" y haber hecho "mucho simbolismo". A pesar de reconocer que el Govern ha tenido que actuar con una "democracia intervenida", Sirvent ha acusado a Torra y a los consellers de tener "compromiso" pero no "capacidad". A pesar de todo, ha defendido que el 1-O está "vivo" y ha pedido que sea "una vía" para encarar "ejercicios futuros de autodeterminació". En este punto, las ha tendido la mano: "Estamos dispuestas a caminar, todavía estamos a tiempo"