El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha rechazado este lunes el recurso presentado por la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y la secretaria primera de la Mesa, Anna Simó, en el que apelaban al principio de inviolabilidad parlamentaria como herramienta para permitir el debate en la cámara. Tanto Cs como PSC y el PP catalán han asegurado que la decisión del TSJC evidencia que no se juzga a los miembros de la Mesa por su opinión o posicionamiento político sino por "haberse saltado las leyes".

Así lo ha remarcado el portavoz adjunto de Ciutadans, Fernándo de Páramo, que ha destacado que en el Parlament se puede debatir sobre cualquier ámbito –"excepto sobre corrupción, porque Carles Puigdemont no comparece", ha apuntado- y que, por lo tanto, a Forcadell se la juzga porque "cree que está por encima de las leyes, por encima del bien y el mal."

Desde el PSC, y coincidiendo con Cs, la portavoz del grupo, Eva Granados, ha hecho énfasis en que la sentencia no hace referencia a las opiniones de los miembros de la Mesa, sino a "la desobediencia a una ley que nos amparan en todos".

El portavoz del PP catalán, Alejandro Fernández, ha querido reiterar el "profundo respeto" de su grupo a las resoluciones del tribunales. Sin embargo, ha considerado que el recurso no tenía "demasiado sentido" y que, por lo tanto, la resolución del TSJC era "previsible".