Acto para la conjura y la reactivación del movimiento independentista. Òmnium Cultural ha reunido a unas 800 personas —entre los cuales, represaliados y delegaciones de los partidos soberanistas— este sábado en la Farga de l'Hospitalet de Llobregat para sacar pecho de la obtención de la ley de amnistía y para poner deberes al conjunto del independentismo en la línea de cerrar filas hacia un nuevo horizonte: movilización permanente hasta la consecución de la amnistía ante el "sabotaje que intentarán los jueces" y caminar hacia la autodeterminación construyendo, de nuevo, un "proyecto de futuro, colectivo e ilusionante" que interpele a la sociedad catalana para "lograr un país libre".
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El presidente de la entidad cultural, Xavier Antich, ha trazado en el escenario del acto —acompañado de su junta directiva y de las juntas que hubo durante el liderazgo de Jordi Cuixart, que también ha asistido— la agenda por la cual apuestan una vez se ha registrado la ley de amnistía. Sobre esta norma legislativa, Antich ha reivindicado que la organización que encabeza fue la primera en plantear la necesidad de obtenerla y ha defendido que ahora el movimiento se encuentra "donde quería estar". En este sentido, ha apelado a "aprovechar las oportunidades" y ha dibujado lo que tiene que ser el próximo objetivo de un "nuevo ciclo": "Ahora tenemos que ir a por la autodeterminación. La fórmula política la encontrarán los partidos, pero desde la sociedad civil nos corresponde preparar el terreno para cuando se produzca la oportunidad, que se producirá, aprovecharla. Y si no se produce, la crearemos". "Hay que volver a preparar el terreno de juego para volver a votar y ganar", ha afirmado el dirigente de Òmnium.
Este objetivo tiene que ir en paralelo a la "renovación del contrato": "El primer reto es volver a construir un proyecto de liberación nacional que sea un proyecto de país, colectivo, compartido, ilusionante; a partir de la autoestima, la movilización permanente y el orgullo de país". Antich ha sostenido que ahora toca "presentar un proyecto atractivo y transformador" que avance hacia un país libre y que "incorpore a los ocho millones de catalanes". El presidente de Òmnium Cultural considera que hay "señales de alerta" para el independentismo, como los últimos resultados electorales y la "desconexión" de la gente joven. Es por ello que la manera de responder, a opinión suya, es tejiendo un trabajo en el territorio y de alianzas "con todo el mundo" para un "nuevo futuro".
Llamada a la movilización y creación de una sindicatura que siga el cumplimiento de la amnistía
Antich ha reivindicado que "hace solo cuatro meses nos decían que la amnistía era imposible y que ni siquiera se podía hablar de ella, y ahora hace solo una semana los que lo decían la han registrado en el Congreso". Precisamente ha hecho referencia a la autodeterminación porque ha dejado claro que la amnistía "no es el punto final de nada" ni supone "ninguna claudicación ni renuncia". Desde la perspectiva del dirigente de la entidad cultural, esta es una "conquista arrancada al Estado de mala gana gracias al amplísimo consenso de la sociedad catalana, ya que cuenta con el apoyo del 85% del Parlament". "La amnistía no resuelve el conflicto político, pero es el principio de reparación que exigíamos y un nuevo punto de partida para abordar el nuevo ciclo de avance hacia el país libre que queremos", ha añadido. Para Xavier Antich, la ley de amnistía supone "el reconocimiento que todo lo que se ha hecho no es ningún delito, sino que este ejercicio de derechos fundamentales no se tendría que haber perseguido nunca porque votar no es ningún delito; e implica una autoenmienda del Estado porque el legislativo le dice al judicial que la represión sistemática con la cual nos han perseguido no es la vía". "Estamos donde queríamos, con el Estado forzado y anulando las consecuencias de su represión", ha indicado.
Con todo, el presidente de Òmnium ha alertado de que "el trabajo no se ha acabado ni de lejos" y ha defendido que, cuando se abra la tramitación parlamentaria, se puedan introducir enmiendas para "mejorar la ley": "Será bueno hacerlo". A criterio de Antich, la "reacción en tromba de los poderes del Estado" requiere planteárselo: "Los que estamos a favor de la amnistía no podemos callar, no podemos permitir que las únicas voces que la calle escuche sean las de los contrarios a la amnistía, a los derechos y las libertades". Por todo ello, ha animado a "activarse y movilizarse hasta que la amnistía sea una realidad" porque el independentismo "no puede bajar la guardia" ante una represión que "continúa y continuará" a la vista de los "sabotajes" de algunos jueces: "Algunos han acelerado causas que tenían aparcadas desde hace años con estas acusaciones de terrorismo. La batalla será dura y no somos nosotros los que estamos locos, son ellos los que han enloquecido". "¿De qué terrorismo hablan? ¿Por qué tienen fobia a las movilizaciones sociales? Qué se pensaban, ¿que nos quedaríamos en casa el otoño del 2019? Pues sí, lo hicimos para bloquear el aeropuerto y las fronteras, ¡Tsunami somos todos!", ha exclamado. Ante estos riesgos, Antich ha anunciado la puesta en marcha de una sindicatura que haga un "seguimiento sistemático y exhaustivo de la cobertura de la amnistía, que asesore y ayude a las personas afectadas". Y ha lanzado un aviso a los jueces: "Lo hicimos y lo volveremos a hacer tantas veces como haga falta".
Participación de Valtònyc, Jordi Cuixart y delegaciones de los partidos independentistas
El acto, titulado 'Con la amnistía hacia la autodeterminación: reactivemos la fuerza de la gente', ha contado con la participación del antecesor de Xavier Antich en la presidencia de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, que ha subido al escenario para acompañar a Antich durante su intervención. También ha asistido Valtònyc. Al principio del acto, diversos represaliados han tomado la palabra y, entre ellos, también lo ha hecho el cantante, que ha apuntado: "No estamos arrepentidos, nadie nos hará callar. Llegar hasta aquí ha valido la pena y seguiremos luchando".
También se ha contado con la participación de una delegación de consellers del Govern, de Esquerra Republicana, de Junts per Catalunya, de Sumar y de la CUP. Entre otros, por parte del ejecutivo, han asistido Ester Capella o Manel Balcells; desde ERC, han ido Juli Fernàndez, Ruben Wagensberg o Francesc Marc Álvaro; desde Junts, estaba la presidenta del Parlament, Anna Erra, Josep Rius, Josep Rull o Neus Munté; por parte de los comunes, Jaume Asens; y por parte de la CUP, estaban Dolors Sabater, Dani Cornellà o Xavier Pellicer. También ha acudido el expresident de la Generalitat, Artur Mas.