El economista Santiago Niño Becerra ha explicado lo que ofrecen los Países Bajos a Ferrovial y que en cambio España no tiene, y atribuye a eso su decisión de marcharse del Estado Español. Según Niño Becerra, lo que quiere Ferrovial es cotizar de forma directa en Estados Unidos, y eso solo puede hacerlo en una bolsa conectada directamente con el sistema bursátil USA. Solo ofrece este servicio la bolsa Euronext, que es el resultado de la fusión de las bolsas de París, Amsterdam y Bruselas. Por lo tanto, si la empresa se traslada a los Países Bajos podrá entrar en la bolsa americana.

Niño Becerra ha recordado que cuando el Gobierno español argumenta que desde España se puede cotizar en EE.UU., habla en realidad de otra cosa. "Con respecto al traslado de la compañía Ferrovial a los Países Bajos pienso que no se han explicado las cosas con suficiente claridad. Cuando el gobierno de España dice que una empresa establecida en España puede cotizar en Estados Unidos tiene razón, pero lo tiene que hacer a través del certificado ADR (American Depositary Receipt), un mecanismo que permite a inversores de Estados Unidos negociar en dólares con las acciones de compañías que tengan el certificado en las Bolsas de los países donde estén establecidas; es, pues, una cotización indirecta. Ferrovial, en cambio, lo que quiere es cotizar de forma directa en EE.UU. y por eso lo tiene que hacer en una Bolsa conectada directamente con el sistema bursátil de Estados Unidos. Y la Bolsa que cumple este requisito es Euronext, la Bolsa que es resultado de la fusión de las Bolsas de París, Amsterdam y Bruselas", añade.

"¿Y por qué ese interés de Ferrovial? Pues porque 1) cotizando directamente en EE.UU. atraerá mucho más capital de Estados Unidos, lugar donde radica la mayoría de su negocio, y 2) porque cotizando en EE.UU. puede optar a formar parte de un índice bursátil de EE.UU. ¿Claro?", apunta.

La junta de accionistas de Ferrovial aprobó formalmente el jueves el traslado de la sede en la capital holandesa y va desoyó la presión del gobierno de Pedro Sánchez en contra de la operación. El apoyo a la salida de España fue masivo, con un 93,3% de los asistentes a favor y solo un 5,8% en contra. Eso significa que la práctica unanimidad de inversores internacionales de Ferrovial prefirieron marcharse a los Países Bajos, y por lo tanto no era una iniciativa individual del presidente de Ferrovial como le reprochaba el Gobierno. El bajo porcentaje en contra apuntaba a que a duras penas Leopoldo del Pino, enfrentado a su hermano, el presidente de la empresa, se oponía a la operación.