Todos los grupos del Parlament menos C's han registrado una resolución en el Parlament para que las obras de arte de Sijena se queden en el MNAC. La propuesta de resolución se votará en el pleno de la cámara catalana del próximo miércoles.

El texto, pactado entre JxSí, PSC, CSQP, PPC y CUP, insta al Govern llevar a cabo "todas las acciones que haga falta con el fin de garantizar que las obras de arte procedentes del Monasterio de Sijena, y que se conservan en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) y en el Museo de Lleida, permanezcan en estos museos de manera que sigan formando parte de las colecciones inscritas dentro del catálogo de patrimonio cultural catalán".

Sentencia judicial

La propuesta de resolución llega después de que un juzgado oscense haya condenado al MNAC a restituir los frescos murales originarios de la sala capitular del Monasterio de Sijena (Huesca) a su lugar de origen.

El juzgado de primera instancia e instrucción número 1 oscense ha desestimado el recurso que la Generalitat de Catalunya había interpuesto contra el retorno de las obras de arte a Aragón. El mismo juzgado había establecido el 25 de julio como fecha límite para el traslado provisional a Aragón de 97 obras situadas en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) y en el Museo de Lleida Diocesano y Comarcal. La Generalitat también había intentado paralizar la actuación mediante un incidente de ejecución presentado ante el Tribunal Constitucional, pero este fue desestimado.

Las obras de la discordia

El conflicto sobre los bienes de Sijena afecta a tres grupos de piezas diferentes. Por una parte están las pinturas del monasterio aragonés, que fueron extraídas de su emplazamiento original durante la guerra y que ahora se exponen en el MNAC, dentro de la espectacular colección de pinturas románicas (la mejor del mundo).

Por otra parte, hay algunas piezas que fueron cedidas o vendidas por las monjas de Sijena al Museo de Lleida y a diferentes instituciones (algunas de estas ventas se han declarado ilegales). E incluso hay una polémica que rodea a una cuna de plata que ahora está en manos de algunos particulares.

La cuestión básica es que el monasterio de Sijena era Monumento Nacional desde 1923, y que cualquier venta de bienes tendría que haber sido declarada. El Gobierno aragonés alega que se le tendría que haber dado la posibilidad de adquirir prioritariamente estas piezas.