El gobierno francés ha anunciado este sábado que suaviza su proyecto de reforma de las pensiones: finalmente se retira la edad de referencia de la jubilación a los 64 años para tener la pensión llena. Actualmente está marcada a los 62 años y es uno de los puntos calientes que exigían los sindicatos que se aplicara de inmediato para poder empezar las negociaciones.

Esta ha sido la respuesta del gobierno Macron a las protestas que se han visto por las calles, sobre todo de París, y que han tensado la cuerda entre los manifestantes y la policía francesa. Después de semanas de huelga indefinida en el transporte público, manifestaciones apoyadas por todos los estamentos sociales y pérdidas de hasta 800 millones de euros en servicios como el metro, el primer ministro Édouard Philippe, ha anunciado que el gobierno recula sus intenciones.

Los sindicatos, apoyados por los chalecos amarillos, encadenan más de un año de protestas en Francia. En los últimos días se ha cerrado por seguridad la Torre Eiffel, se han detenido hasta 27 personas en París en un solo día y hoy, las imágenes de tensión en las calles se han repetido.

A pesar del desgaste de los manifestantes, sindicados más radicales como CGT, no tienen la voluntad de detenerse ya que consideran que suavizar la reforma no es suficiente. La opinión pública también es crítica. Le Monde titula en su editorial: "La violencia policial refleja un fracaso", mientras los enfrentamientos se siguen repitiendo.