Nueva baja al PSOE por la negociación entre los socialistas y los partidos independentistas para la amnistía en los represaliados del Procés. Manuel Sanchis i Marco, antiguo economista de la Comisión Europa y exprofesor titular de Economía Aplicada a la Universidad de Valencia, se ha dado de baja como afiliado del PSOE como protesta por la negociación de la amnistía con el presidente Puigdemont, tal como informa el diario ABC.
Se añade a exdirigentes socialistas
Esta baja se suma a la del exministro del Interior con el expresidente Felipe González, José Luis Corcuera, y la expulsión de forma fulminante al antiguo líder del Partido Socialista de Euskadi, Nicolás Rdondo, papor sus críticas constantes a Pedro Sánchez. También han sido críticos el exafiliado socialista Paco Vázquez, así como los mismos exlíderes del PSOE Felipe González y Alfonso Guerra.
Manuel Sanchis se despide de esta forma de la formación con quien ha colaborado durante cuarenta años y ha militado durante 25. Lo ha hecho a través de una carta dirigida al responsable de su agrupación de Bruselas, Luis Plana Herrera, hijo de la actual ministra de Agricultura y uno de los primeros eurodiputados socialistas después del ingreso de España a la Unión Europea en 1986. Precisamente, la carta enviada a Luis Plana fue al día siguiente del acto de González i Guerra del pasado 20 de septiembre, en el cual tildaron a los catalanes de "minoría en extinción" y apretaron el líder del PSOE, Pedro Sánchez, por las negociaciones con los líderes independentistas.
Contra la amnistía
A la carta, Manuel Sanchis critica una posible amnistía para los represaliados independentistas: ¿Qué hay que dejar estar? ¿Cuál de los gobiernos de los últimos 44 años ha sido ilegítimo? En términos políticos, dar por buena una amnistía equivale a admitir que los gobiernos democráticos anteriores tienen parte de responsabilidad en la crisis que los encausados del procés se infligieron de manera unilateral después de violar la 'rule of law'. Eso último no cabe en ninguna constitución democrática del mundo. El imperio de la ley, no el imperio por la ley, viejo principio por|para el cual se gobiernan los Estados democráticos de derecho que se someten a la supremacía de la ley, se identifica con los derechos humanos y la democracia como valores universales e indivisibles. Sin imperio de la ley no hay democracia, ni libertad, ni derechos humanos de primera y segunda generación. Los países que acatan el imperio de la ley no dan amnistías", dice la carta.