En el primer artículo sobre la Estrategia de la Resistencia No Violenta (RNV) se expusieron los diez puntos en que se fundamenta. Ahora se desarrollarán mediante casos concretos, empezando por el más famoso de todos: el de Mohandas Karamchand Gandhi, que aplicó la RNV para conseguir la independencia de la India.

"El ideal de Gandhi, el mayor apóstol de nuestra época, triunfará, si no hoy, mañana". El autor de esta frase es Francesc Macià. Es parte del prólogo de la edición en catalán de la biografía de Gandhi escrita por el francés Romain Rolland. Macià prologaba la obra en 1930 desde Bruselas, donde se había refugiado después de los Hechos de Prats de Molló. Aquel libro es ahora un clásico, y las palabras de Macià fueron premonitorias de lo que pasaría en 1947, cuando Gandhi consiguió la independencia de la India después de muchos años de lucha.

Gandhi no era la figura frágil caricaturizada por Ben Kingsley en el cine, sino un hombre muy complejo —algunos lo calificarían de controvertido— y con una enorme capacidad para la estrategia de la que se sirvió para vencer el Imperio británico. El líder indio conocía a su opresor como nadie. Había estudiado Derecho en Londres y pasó más de veinte años en las colonias británicas sudafricanas, donde puso en práctica la resistencia no violenta para luchar contra el entonces imperante racismo que él mismo sufrió a manos de los británicos. Pero, a pesar de aplicar la no-violencia a favor de los derechos sociales, Gandhi, por el hecho de haber experimentado la guerra en el bando británico contra bóers y zulúes, y como reclutador de soldados para el bando británico durante la primera Guerra Mundial, no negó nunca que la lucha armada también fuera efectiva. Paradójicamente, es esta experiencia la que le llevó a entender que la estrategia violenta seguramente no sería efectiva para obtener la independencia de la India. La fuerza militar del Imperio era claramente superior como para ser vencido con sus propias armas. Además, Gandhi no se fiaba de la lucha armada, dado que podía llegar a corromper moralmente a los agentes implicados.

Ghandi deja claro que la Resistencia No Violenta sólo es eficaz si se aplica con el coraje suficiente para afrontar la fuerza del enemigo, por muy desmesurada que sea

No obstante, Gandhi deja claro en sus escritos (casi 100 volúmenes de cerca de 500 páginas) que la RNV solamente es eficaz si se aplica con el coraje suficiente para afrontar la fuerza del enemigo, por muy desmesurada que sea. Para Gandhi, el coraje era un valor supremo, y a nadie despreciaba más que a un cobarde. La no-violencia de Gandhi, conocida como Satyagraha, requería "ser no violento de pensamiento, palabra y acción". En caso de no disponer de bastante coraje, Gandhi consideraba que era mejor no hacer uso de la RNV; defendía que la gente tuviera la opción de utilizar el recurso de la violencia, dado que no había nada peor que enmascarar la cobardía detrás de la no-violencia.

Gandhi sabía que la RNV requería tiempo para conseguir sus objetivos. Aunque regresó de Sudáfrica en 1915 y puso en marcha sus primeras acciones de no-violencia en 1920, la independencia no fue oficialmente conseguida hasta 1947. La campaña fue larga e incluyó varias fases, siendo las acciones de 1920-22, la Marcha de la Sal de 1930 y el movimiento 'Idos de la India' de 1942, algunas de las más conocidas. Estas acciones tuvieron muchos momentos álgidos, pero también momentos de gran frustración. Por ejemplo, el Congreso Nacional Indio declaró infructuosamente la independencia en 1930 (que no fue reconocida por ningún Estado europeo).

Gandhi entendía que la RNV tenía que ser implementada hasta las últimas consecuencias si quería alcanzar la victoria, independientemente de que el adversario hiciera un uso excesivo de la violencia. El líder indio era consciente —y incluso lo veía con buenos ojos— que sus acciones no sólo provocaran una reacción violenta del Imperio, sino que considerara que aumentaban las posibilidades de victoria. Cuanto más fuerte es la represión ejercida por el adversario, más apoyo consigue la causa. El hecho de que él y miles de sus seguidores fueran a la prisión de forma reiterativa era parte de la estrategia, dado que dejaba en evidencia al adversario y saturaba las instituciones penitenciarías. Uno de los casos más dramáticos ocurrió en 1919, cuando centenares de indios murieron masacrados en Amritsar en manos de las tropas británicas mientras se manifestaban pacíficamente. La violencia rompió un vínculo emocional y muchos indios se dieron cuenta de que nunca más podrían sentírsese parte del Imperio. El poeta Rabindranath Tagore —el primer Nobel de literatura no-europeo— renunció al título de sir como acto de protesta, afirmando que los europeos habían perdido el prestigio en Asia con aquella acción criminal.

Estudiaba al rival para identificar los pilares de su poder. Se dio cuenta de que la fuerza del Imperio dependía de la colaboración activa de la población autóctona

Una de las virtudes de Gandhitxi —así lo llamaban sus seguidores—, era su capacidad de análisis estratégico. Antes de emprender cada campaña, estudiaba cuidadosamente al rival para identificar los pilares sobre los cuales se sustentaba su poder. Así, se dio cuenta de que la fuerza del Imperio dependía de la colaboración activa de la población autóctona. Consecuentemente, Gandhi orquestó a lo largo de los años multitud de acciones que tenían que tener un impacto concreto en la relación de poder entre el indios y los colonizadores británicos; acciones como por ejemplo que los autóctonos se abstuvieran de consumir productos británicos (como el algodón y el alcohol) y favorecieran los elaborados en la India; que cesaran de trabajar en las instituciones del Imperio; que no pagaran impuestos; que boicotearan el sistema judicial colonial; que volvieran la espalda a los colaboradores de los británicos y rehusaran recibir honores de Estado, entre muchos otros.

Una de las acciones más celebradas del movimiento fue la Marcha de la Sal. Cuando Gandhi anunció la idea, ni sus aliados ni los británicos quedaron muy impresionados, hasta el punto que el virrey de la India dijo que 'una potencial campaña contra la sal no le perturbaba el sueño. Pero Gandhi había identificado una causa extremamente potente. El monopolio de la sal no sólo era uno de los pilares económicos del imperio —representante casi el diez por ciento de los ingresos de los británicos— sino que también tenía un fuerte valor simbólico, porque la gente dependía de ello para sobrevivir. La sal era un objetivo específico que todos los indios podían entender, especialmente cuando se compara a conceptos más abstractos como pedir "más derechos", "más libertad" o "más democracia".

Gandhi empezó a caminar el 12 de marzo de 1930 partiendo de su casa acompañado de un puñado de amigos, y llegó al Océano Índico el 6 de abril, después de andar 390 kilómetros, llegando acompañado de miles de seguidores. Una vez allí, se puso a fabricar sal, siendo inmediatamente imitado en todo el país. Solamente días después de llegar al mar, Gandhi se fue hacia Djarasana, una de las minas de sal más importantes del país. El virrey encarceló a Gandhi inmediatamente y avisó que se haría uso de la violencia para parar a los manifestantes, pero estos siguieron marchando a conciencia hasta que los soldados los dispersaron, agrediéndolos con látigos con cabezas  de acero. A pesar de las 80.000 detenciones que los británicos hicieron contra aquellos que osaron romper el monopolio de la sal, la campaña se convirtió en un catalizador para movilizar la ciudadanía, que entendió que el Imperio no era imbatible a pesar de su capacidad opresora. La prensa internacional se hizo eco de la brutalidad británica, impresionada por el comportamiento no violento de los indios. El acontecimiento apareció en un millar de medios internacionales e incluso la prestigiosa revista americana Time escogió Gandhi como "Personaje del Año" de 1930.

Lo consiguió con persistencia indestructible, esmerado análisis estratégico, acciones concretas con rigidez militar y coraje feroz que no desfalleció nunca

Gandhi y la causa india ya estaban en el mapa de la actualidad mundial, y a medida que pasaban los años y los indios se mantenían mayoritariamente fieles en la estrategia de RNV, los ingleses perdieron fuerza, hasta que llegó la Segunda Guerra Mundial. A pesar de pedir la ayuda de los indios contra los poderes del Eje, Gandhi entendió que los británicos no tendrían la fuerza suficiente para resistir otra campaña de no-violencia, y rehusó colaborar con los británicos. Lanzó la campaña 'Idos de la India', esgrimiendo que no podía apoyar en una nación que defendía la democracia en la esfera mundial pero no los derechos de los indios. Aunque los británicos encarcelarán a Gandhi y más de 50.000 de sus conciudadanos, debilitados por la Guerra, perdieron la capacidad de controlar la población india, y finalmente prometieron la independencia de la India.

Mohandas Gandhi había conseguido la victoria contra un adversario mucho más poderoso que él. Pero solamente lo consiguió porque supo enfrentarse con una persistencia indestructible (exactamente treinta años), un esmerado análisis estratégico que lo condujo a llevar a cabo acciones concretas con rigidez militar y, sobre todo, con un coraje feroz que le permitió hacer frente a la brutalidad de una gran potencia europea sin desfallecer nunca.

Eduard Peris Deprez es especialista en estudios de la guerra y doctorando del King's College (Londres) @misterperis. Xavier Carmaniu Mainadé es doctor en Historia Contemporánea @Xaviercarmaniu