El abogado del Estado jefe en Catalunya, Severo Bueno, que reclamó que se investigara a unos votantes heridos por las fuerzas de seguridad durante la jornada del 1-O, ha muerto este domingo, según ha informado en su cuenta de Twitter la Asociación Profesional de la Magistratura (APM). Bueno, de 53 años, ocupaba este cargo desde mayo del 2016 y es conocido por dirigir diferentes actuaciones de la abogacía del Estado contra el independentismo catalán.

"Un gran profesional comprometido con la defensa de la legalidad en esta comunidad. Nuestro más sentido pésame a su familia y amigos", ha destacado la APM en el tuit. La ceremonia de despedida se celebrará este lunes al mediodía.

Guerra contra el independentismo

En marzo del 2019, Bueno, junto con el Sindicato Profesional de la Policía, pidió que se investigara un grupo de 36 personas que resultaron heridas por agentes de la Policía Nacional en cuatro centros de votación de Barcelona, por lo que se querellaron contra el cuerpo. A pesar de eso, Bueno presentó un recurso en la Audiencia Provincial donde se argumentaba que se tenía que imputar a los votantes heridos por varios delitos como el de desobediencia, resistencia a la autoridad y desórdenes públicos. Además, también alegó que impidieron la acción de los policías utilizando la "fuerza intimidatoria de la masa tumultuaria".

En aquella ocasión, tanto la Fiscalía, los abogados de los votantes denunciantes, como el Ayuntamiento de Barcelona, que ejercía como acusación popular, se mostraron en contra de la solicitud presentada por Bueno y el sindicato policial.

Como letrado también es conocido por llevar ante los tribunales el modelo educativo catalán basado en la inmersión lingüística. En concreto, en 2009 denunció a la Generalitat por no escolarizar a una niña en castellano. En esta ocasión, el Tribunal Supremo le dio la razón en el 2016 y condenó a la administración catalana a pagar una indemnización de 3.000 euros a la familia.