El escenario de unas nuevas elecciones en España se acerca. A estas alturas, no hay ningún acuerdo de investidura que sume una mayoría absoluta, o simple, para ser aprobado por el Congreso, y si esta situación no cambia, el 3 de mayo se disolverán las Cortes y se convocarán nuevos comicios para el 26 de junio. En consecuencia, las principales fuerzas políticas españolas, Partido Popular (PP), PSOE, Podemos y Ciudadanos (C 's) comienzan a tomar posiciones para enfrentar el nuevo estadio electoral en condiciones óptimas. El hecho ha comportado una serie de movimientos internos dentro de los partidos en las últimas horas, con el fin de partir con ventaja respecto de los respectivos adversarios, al tiempo que atar corto a los socios propios.

Ampliar el pacto PSOE-C's

El miércoles habrá la reunión entre el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, en un último intento antes de abandonar cualquier posibilidad de pacto, que tampoco parece que vaya a materializarse. Sánchez se encuentra ligado al acuerdo con Ciudadanos, y su presidente, Albert Rivera, no parece dispuesto a modificarlo. De hecho, decía el diputado de C's, Miguel Gutiérrez, el lunes en el Congreso, que a lo largo de la semana su partido presentaría un documento “mejorado” donde incorporaría el resultado de las diversas mesas de diálogo que los socialistas han mantenido con los naranjas durante las últimas semanas. Es decir, con la asociación de autónomos, la Unión Fotovoltaica, el Tercer Sector, la patronal CEOC y CEPYME, entre otras instituciones de la sociedad civil. Como algunas fuentes de C's han comentado a El Nacional, el objetivo es ampliar puntos que quedaron menos profundizados o que podrían haberse obviado por los equipos negociadores. La base del acuerdo no cuenta con apoyo por el lado de la derecha, con un Partido Popular (PP) que sólo firmaría un pacto liderado por él. No obstante, hasta a principios de mayo, los naranjas no “tiran la toalla”, en palabras del diputado, para acercarse al PP.

Reunión Sánchez-Iglesias

Este movimiento de última hora, así como la reunión de Sánchez y Rivera la semana anterior, denota cierta inquietud entre las filas del partido liberal, ante la posibilidad de que el socialista pueda tantear Iglesias en el encuentro. "Si prefieren un acuerdo con ellos, que lo firmen", decía el presidente de C's, evidenciando que ellos romperían el suyo en dicho caso. A pesar de eso, Podemos renunciará a todo gobierno que no sea “a la valenciana”, aunque los sondeos puedan darle un retroceso electoral, o algunas confluencias presentasen problemas de reedición. Tampoco le sumará  los números con un Podemos sin En Comú Podem, ya que su cabeza de lista, Xavier Domènech, reiteró durante los últimos días que en ningún caso su grupo se abstendría.

Consejo Ciudadano, Podemos

El partido morado no niega haber pasado por disensiones internas, fruto de su rápido crecimiento, al par que asentamiento como formación, como ellos afirman. Las dimisiones en Madrid, debido a la “gestión ineficiente” de Sergio Pascual, llevaron a Iglesias a darle el cambio por Pablo Echenique, líder aragonés. Al mismo tiempo, la desaparición pública de Íñigo Errejón, según el número uno, “ausente” porque estaba haciendo las “tareas” de la secretaría política, hacían pensar a algunos que las tensiones comportarían la abstención de Iglesias. Errejón podría haberse tomado "un respiro", según la diputada Tania Sánchez. Pero la supuesta abstención fue negada a este diario, a pesar del frente abierto en Catalunya, entre el diputado catalán Albano-Dante Fachin, y el congresista, Raimundo Viejo. Precisamente, el sábado, 2 de abril, tendrá lugar el Consejo Ciudadano de la formación morada, que es de los máximos órganos internos del partido, donde la presunta pugna interna podría emanar sobre la deriva a emprender por el partido.

Congreso Federal, PSOE

La fecha del Consejo de Podemos coincide con el Comité federal del PSOE, donde fijarán el cambio de día para el próximo Congreso, en el que se escogerá al secretario general. Los plazos iniciales eran el 8 de mayo como día de votación, si había más de un candidato, siendo el 21-22 la celebración de la reunión con los barones, y del 14-25 de abril el momento para presentar los avales de los opositores. Los sectores denominados “críticos” eran partidarios de adelantar la reunión, pero se podría posponer para después de la investidura, si hay consenso. Quizás, se busca minimizar los costes de una imagen pública de fragmentación y generar un potencial cambio de líder socialista, en medio de las negociaciones y sin gobierno. En este escenario, la presidenta andaluza, Susana Díaz, no descarta la voluntad de presentar su candidatura, ni la confirma, aunque de su núcleo más inmediato emanan voces que ya dan por supuesta la ofensiva de la sevillana al madrileño, donde la primera tal vez tenga a punto los avales.

El gobierno en funciones se mueve, el PP no

Antes de que la disolución de las Cortes llegue, el PP es el único que no ha hecho movimientos de último minuto para encarar el 3 de mayo. Su líder, Mariano Rajoy, anunció que no renunciaría al cargo, ni se abstendría para formar la gran coalición con PSOE y C's. Rajoy llamará a Sánchez, pero sin ninguna otra oferta que esta. Pero su gobierno en funciones sí enfrentará sacudidas. La junta de portavoces del Congreso valorará, entre los puntos en el día de hoy, el debate de si llevar al gobierno del PP al Constitucional para redimir el conflicto de atribuciones entre legislativo y ejecutivo. Así, hasta el 3 de mayo, partiendo del supuesto que ni Iglesias ni Sánchez vayan a llegar a un acuerdo en las próximas horas ni días que quedan.