“Nos van a hacer entrega de una urna que les quedaba por aquí. Había mucha gente. La escuela ya está cerrada. Ahora entregaremos la urna y la documentación”. Esto es lo que dice un agente de los Mossos d'Esquadra, a través de la emisora del cuerpo, en una de las más de mil comunicaciones que hicieron el día del referèndum del 1 de octubre y a las que ha tenido acceso La Vanguardia. Los Mossos eran los encargados de comprobar que los colegios electorales habían cerrado y las conversaciones indican que solo se llevaron las urnas que los responsables de las mesas les entregaron voluntariamente después del escrutinio.

Estas grabaciones ahora serán analizadas por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena y por la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela para contrastar "si los Mossos colaboraron en una presunta rebelión instigada por el Govern". Los investigadores estudiarán si los Mossos cumplieron con la orden de la magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) de prohibir el referéndum, cerrar colegios e incautar las urnas.

En algunas comunicaciones se escucha a diversos Mossos avisando a la central de la presencia de la Policía española: "La CNP se va a sus dependencias”. Según asegura La Vanguardia, gracias a estos mensajes se puede afirmar que solo se llevaron las urnas que se les entregó voluntariamente una vez acaba la votación y se aprecia que optaron por no llevárselas si los responsables de las mesas no querían. 

Finalmente, en los mensajes se puede ver que los Mossos realizaron las operaciones sin violencia: "Nos acabamos de llevar siete urnas sin violencia”. Dos minutos más tarde desde la centralita preguntaban: “¿Han recogido ustedes las urnas o se las han dado?”, desde la patrulla respondían con un “nos las han dado después de hablar con ellos".