Eduard Sallent se ha estrenado como nuevo comisario jefe de los Mossos d'Esquadra en el acto dedicado a la policía catalana con un reconocimiento a todos los servicios de emergencias que trabajan en el incendio de las Terres de l'Ebre.
"Hoy se cumplen dos años y dos meses que celebramos el último Dia de les Esquadres, lo que muestra que estamos en el periodo más convulso de nuestra historia reciente", ha dicho Eduard Sallent sólo empezar su discurso institucional. Y es que hoy se celebra el primer Dia de les Esquadres después del 155, la jornada dedicada a la policía catalana que habitualmente se hace el mes de abril y que desde 2017 no se hacía. El año 2018, y bajo la aplicación del 155, se descartó hacer el acto para evitar problemas de protocolo. Este abril pasado, con dos convocatorias electorales, se decidió retrasar el acto.
El comisario jefe de los Mossos d'Esquadra no ha escondido en ningún momento los últimos meses de tensión dentro del cuerpo con motivo de los atentados y después del 1-O con el juicio todavía pendiente del mayor Josep Lluís Trapero y toda la cúpula política del anterior departamento de Interior: "Las dificultades nos han puesto a prueba como policía en situaciones de gran intensidad. Una prueba de resistencia de hechos inmensos que sucedían inexorablemente uno tras otro"
"Hemos demostrado nuestro compromiso y coraje. Somos unos profesionales dignos de la confianza de la ciudadanía y el Gobierno. Hemos demostrado un compromiso en el servicio público, honestos en nuestros principios y rectos en la toma de decisiones. Podéis estar orgullosos de quienes somos y de lo que hemos hecho", ha dicho.
Sallent tampoco ha escondido los momentos difíciles en las relaciones con la judicatura y la fiscalía, con quien ha asegurado que se ha seguido manteniendo una relación "franca y sincera", y que aunque a pesar de "las circunstancias del momento, nos hemos esforzado. También ha agradecido la colaboración de las instituciones del estado español en el atentado de agosto de 2017.
"Mossos y mosses, es hora de que miremos hacia el futuro", ha dicho al final del discurso. "Tenemos que simplificar procesos y sistemas de trabajo, y tenemos que actualizar nuestra estructura. El futuro nos pondrá a prueba. Pueden ser momentos de sentimientos a flor de piel, pero será una responsabilidad de todos afrontar el acontecimiento con serenidad y civismo, ha concluido.