Petición de castigo severa. La Audiencia de Barcelona ha juzgado, este miércoles, tres jóvenes de Granollers, acusados de desórdenes públicos y atentado contra la autoridad y lesiones a un agente de los Mossos de Esquadra, después de una manifestación del tercer aniversario del 1-O, en el 2020, en Barcelona. La acusación del agente ha solicitado 8 años de prisión para uno de los jóvenes, a quién acusa de haberlo arrollado cuando lo iba a detener y en caer al suelo romperse el peroné, y que lo indemnice con más de 68.000 euros por esta lesión que ha tardado en curar dos años. La fiscal, por su parte, le ha pedido 5 años y 9 meses de prisión, mientras que para otros dos manifestantes, 5 años de prisión a cada uno. La defensa de los tres chicos, ejercida por Norma Pedemonte, ha pedido su absolución. Marc, Amadeu y Marc Rodríguez han asegurado que no tiraron piedras a la policía y que huyeron de los agentes, que iban de paisano, al pensar que eran "de una ideología diferente".

La acusación del mosso, ejercida por el abogado José Antonio Bitos, ha pedido que Marc Rodríguez sea condenado a tres años de prisión por el delito de atentada a la autoridad, dos años por desórdenes públicos y tres años por un delito de lesiones, calificación que la abogada del joven ha calificado de "temeraria y mala fe" porque en el juzgado de instrucción no se hizo esta calificación. En este caso, la fiscal rebaja la acusación del joven a un delito menos grave de lesiones, con la pena de una multa de 3.240 euros.

La Generalitat se retira

Al inicio del juicio, el abogado de la Generalitat ha retirado la acusación a Rodríguez por parte de un segundo agente de los Mossos, a petición del mismo policía, que cayó al suelo al detenerlo. en este caso, la fiscal le ha retirado la acusación por el delito leve de lesiones, que era una multa y una indemnización de 600 euros.

El agente no los reconoce y "mira la minuta"

Lo más sorprendente del juicio es que el agente de la Brigada de Información que identificó a los tres jóvenes y que los acusa de tirar piedras a una furgoneta de la policía catalana no los ha reconocido. El agente, de baja, ha declarado por videoconferencia ante el tribunal de la sección 7.ª de la Audiencia de Barcelona, hecho por el cual se ha quejado la acusación particular.

En su declaración, el mosso ha explicado que iba de paisano en la protesta, que los tres jóvenes iban siempre juntos y que les vio tirar piedras en una furgoneta, pero no ha podido detallar qué hizo cada uno de los chicos, y que alertó por la emisora para que fueran detenidos. En el atestado policial tampoco se precisa, según la defensa. Además, Pedemonte ha alertado a la sala de que el agente "estaba consultando la minuta de los hechos" del 1-O del 2020 mientras era interrogado, y la presidenta del tribunal le ha indicado que, todo está grabado y que lo exponga en el informe de conclusiones.

Ninguna patada

En su declaración, los tres chicos han explicado que fueron a la manifestación en el paseo de Gracia, y cuando en la Rambla hubo cargas policiales, se pusieron por las calles del Raval para ir a plaza Catalunya y coger el tren. Los tres han negado haber tirado piedras a la furgoneta de los Mossos ni llevar piedras a las manos. En la plaza Catalunya, a la altura del Hard Rock, han asegurado que se les cruzó una furgoneta de la Brimo, de donde salieron agentes con porras y salieron corriendo, hasta que les detuvieron agentes de paisano.

Marc Rodríguez, que solo ha declarado a su abogada, ha negado que quisiera hacer daño al agente, que huía y esquivaba a personas que no sabía quien eran, hasta que chocó con el agente. En la vista, este mosso ha asegurado que el joven lo atropelló, pero que no sabe si le dio una patada, en el tobillo izquierdo, que se lesionó. No obstante, la fiscal ha modificado el relato de los hechos, con la embestida y manteniendo la patada.

Por su parte, los agentes que han declarado sí que han asegurado que se identificaron a los tres chicos, y los dijeron: "alto policía" varias veces. La fiscal se ha creído solo la versión de los Mossos y ha mantenido la petición del castigo para los tres jóvenes.

Osteoporosis del agente

En el juicio, la forense del Instituto de Medicina Legal y el perito privado han compartido que la rotura de peroné es "compatible" con recibir un fuerte empujón porque primero hay una torsión del tobillo. Han discrepado, y mucho, sobre el hecho de que el agente necesitó dos operaciones porque los clavos no fueron bien puestos. El perito de parte ha sostenido que es porque sufre osteoporosis, mientras que la forense oficial ha precisado que en ningún informe salía esta enfermedad. La clave es que la fiscal pide que Marc Rodríguez pague de responsabilidad civil al agente unos 39.000 euros, mientras que la acusación particular lo eleva a más de 68.000 euros.

El grupo Alerta Solidaria ha vuelto a denunciar este juicio a manifestantes y la desproporción de las penas.