El expresidente de la Generalitat, José Montilla, cree que las elecciones catalanas del 21-D serían "más normales" si los consellers encarcelados estuvieran en libertad y los políticos exiliados volvieran a Catalunya. "La prisión preventiva, que es el último recurso del derecho penal, se tiene que aplicar con enorme prudencia, medida y ponderación" y añade que "muchos juristas han criticado esta medida excesiva. La prueba es que en situaciones similares, otros magistrados, en este caso de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, han aplicado otro criterio. Yo creo que una campaña electoral sin personas en la prisión sería una campaña más normal."

En una entrevista en EFE, Montilla no dudó al reconocer el porqué se ausentó del hemiscicle el día que el Senado autorizó en el gobierno español aplicar el 155 explicando que "alguien que ha presidido una institución como la Generalitat de alguna manera también tiene que tener una lealtad a la institución que presidió y que, tiene que recordárselo, fue intervenida para el 155".

En este línea, el miembro del PSC se desmarcó de los que lo acusan de equidistante y respondió "yo no soy en absoluto equidistante. Soy tremendamente crítico con aquellos que han gobernado Catalunya y que lo han llevado a esta situación de auténtico desastre" y sentenció "ellos son los responsables pero no los únicos".

Sobre los posibles pactos postelectorales, Montilla no ha cerrado la puerta a ningún partido y ha instado a dialogar. "Estamos para construir puentes, demasiados puentes se han reventado, se han dinamitado por unos y por otros. Por lo tanto, quién esté para construir puentes, para restablecer heridas, para recuperar la economía y la confianza e intentar rehacer los afectos perdidos, no sólo entre catalanes, sino entre Catalunya y el resto de España, pues aquí estaremos nosotros" ha explicado.

"Costará coser" la fractura social

Montilla también ha explicado que dejando de lado la política, quizás, lo que más costará reconstruir será la sociedad catalana, ya que "es una fractura que afecta a las familias, los compañeros de trabajo, a los amigos, que afecta a los afectos."

En este contexto, el expresidente de Catalunya se ha preguntado cuál será la intención de los políticos y ha velado para reconstruir todo lo que se ha roto. "La cuestión es si la política y los responsables políticos ayudarán a facilitar que esta herida se restañe o si, al contrario, pondrán más sal y limón en la herida. Ojalá tengamos personas, equipos y responsables que a partir del día 21 trabajen por la reconstrucción y la reconciliación".