El Consejo de Ministros ha aprobado este martes una modificación de los estatutos sociales de Radiotelevisión Española (RTVE) con el fin de otorgar más poder a la presidenta interina de la corporación, Elena Sánchez, para el desarrollo de sus tareas. Con esta modificación de los estatutos aprobada a través de un real decreto, Sánchez tendrá unas competencias que no podría haber asumido con la redacción anterior de los estatutos. El cambio en los estatutos llega una semana después de que Sánchez fuera elegida presidenta interina de RTVE después de la dimisión de José Manuel Pérez Tornero.
El pasado 26 de septiembre, el periodista comunicó su renuncia porque entendía, según él, que ya no se daban los factores para sostener la viabilidad de su proyecto. Fuentes del Gobierno han asegurado a la agencia EFE que esta maniobra de dar más poder a Elena Sánchez era necesaria para facilitar su gestión al frente de RTVE, de manera que ahora no tendrá que trabajar "con las manos atadas" hasta que el Congreso de los Diputados escoja a un nuevo presidente de RTVE como consecuencia de la dimisión de Tornero.
La modificación de los estatutos de la corporación española no cuenta con el apoyo del PP. De hecho, poco antes que se confirmara que se había aprobado la modificación de los estatutos sociales de RTVE, la portavoz del grupo popular en el Congreso, Cuca Gamarra, había advertido que sería "un auténtico escándalo" que se llevara a cabo esta "maniobra".
Según el PP, el gobierno de Pedro Sánchez está protagonizando "un asalto a la televisión y la radio públicas". "Primero, impulsando la dimisión de quien presidía el Consejo de Administración; segundo, llamando una persona con carácter interino; y un tercer paso dotándola de capacidad ejecutiva como si hubiera sido escogida por el Congreso", ha añadido. Según la portavoz de los populares, esta actuación se suma a "la ocupación" de otras instituciones por parte del Gobierno, como el CIS o el CNI.
Tornero dimite un año y medio después de su nombramiento
Tornero decidió dimitir de su cargo como presidente de Radiotelevisión Española cuando solo hacía dieciocho meses -un año y medio- de su nombramiento al frente de la corporación. En una carta, dejó por escrito que dentro del máximo órgano de administración de RTVE "ya no se dan las condiciones mínimas por el consenso transversal, ni por la conformación de una mayoría plural, estable y coherente; y en muchas ocasiones, ni siquiera el clima propicio al diálogo que necesitamos para culminar el proyecto".
"Eso dificulta mucho la gobernabilidad de la empresa, e impide llevar a cabo la transformación con la cual todos nos habíamos comprometido", aseguraba en una carta en la cual también anunciaba su retorno al mundo universitario. "Prefiero dar un paso al lado antes que dejar de lado mis convicciones y mi responsabilidad institucional con el compromiso adquirido".