Primer choque importante entre la CUP y JxSí tras el acuerdo de investidura. La Mesa ha admitido a trámite este martes una moción de la CUP que insta al Parlament a reafirmarse en la declaración de ruptura del 9-N. Gracias a la mayoría de Junts Pel Sí se ha condicionado a que finalmente, después de enmiendas y transacciones, se cambie el contenido.

Pero a la CUP, que no está representada en el órgano parlamentario, ha rechazado este requerimiento de plano. No cambiarán "ni una coma", como ha anunciado la portavoz Anna Gabriel minutos después de la reunión. "Hasta ahora pensábamos que JxSí caminaba en esa dirección -hacia la desconexión-. Si han cambiado de dirección que nos avisen", ha asegurado. La cupaire también ha recordado que "nuestros cargos electos están dando la cara y enfrentándose a procedimientos judiciales" por la declaración de desconexión.

Así, si no se modifican del texto los fragmentos "ilegales", como ha explicado el miembro de JxSí Lluís Corominas, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, pedirá al pleno excluirla del orden del día y se evitará así su puesta a votación. "Si el contenido actual se sometiera a votación podría tener consecuencias", ha insistido Corominas.

Concretamente, el texto cupaire pide al Govern presentar un plan de ejecución en 30 días sobre el desarrollo de los anexos de la moción de ruptura del 9-N, que los Mossos no obedezcan a los requerimientos de la Audiencia Nacional y que los nuevos presupuestos incluyan un apartado dedicado al procés constituent.

Diferencias

Durante la última semana los reproches entre los anticapitalistas y JxSí por esta moción han sido constantes. Si bien desde el Govern y grupo parlamentario de Junts pel Sí se ha argumentado que la iniciativa es una voluntad de marcar perfil de los cupaires, y un error porque aceleraría los tempos judiciales, desde la CUP se ve como una demostración de pasos hacia la independencia.

Este domingo el líder de Democràcia i Llibertat, Francesc Homs, acusó a los cupaires de estar buscando "discusiones ridículas entre independentistas" y afirmó que no sabe si "buscan rédito partidista" o "no creen en la apuesta independentista". Y con ironía, pero con contundencia, el concejal de los anticapitalistas en Girona Lluc Salellas respondió diciendo: "Alcaldes y concejales perseguidos por la Audiencia Nacional por ir a buscar setas, según Quico."