Ni seguridad ni ningún tipo de problema de agenda. El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha explicado que el no a Felipe VI a visitar Barcelona el viernes pasado se debe a la coincidencia, en el tiempo, de la sentencia al president Quim Torra y su posible inhabilitación. Así lo ha confirmado en una entrevista a RNE, donde ha reiterado que "no había ningún tipo de razón de seguridad sino que era un tema de convivencia".

Y recae la responsabilidad de acabar vetando al Rey por culpa del posicionamiento del presidente del Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, que se negó a emplear el acto judicial, tal como se le pidió. Campo niega cualquier "enfrentamiento con la Casa Real" y añade: "Había razones que desaconsejaban la presencia del Rey, hubo un intento de que este acto se aplazara y el presidente Lesmes dijo que no, por eso como ministro asistí".

Torra y el 1 de octubre

Inhabilitación a Torra pero también la efeméride de la celebración del referéndum: "Se tiene que dar una idea de normalidad institucional y no se debe a la seguridad del monarca, sino a elementos de convivencia como la eminencia de la sentencia o la proximidad del 1 de octubre". Así pues, querían celebrar este acto "unos días después para rebajar la tensión". Unas explicaciones que considera que la ciudadanía puede entender perfectamente y más viviendo en medio de una pandemia donde también las actividades quedan condicionadas.

Sorpresa por el trato a la consellera

Campo reprocha a Lesmes que no guardara las formas con la consellera de Justícia, Ester Capella, que no fue invitada: "Todo ha sido muy extraño aunque tampoco se tiene que hipervolar". Hay que recordar que la conselleria de Justicia catalana no asiste a este acto desde el año 2017 a raíz de los hechos del 1 de octubre.

Más allá de la sorpresa por Capella, el ministro también ha remarcado que faltaban una veintena de alumnos, no había ni un miembro de la sala de gobierno y tan solo asistieron ocho de los veinte vocales, entre otros ejemplos. Por todo ello considera que ha faltado "solemnidad" a un acto de tanta trascendencia como este.

Evitar ideologías

Campo asegura que quien quiera ver "cargas ideológicas" en la decisión del Gobierno, se equivoca. Hasta tres veces ha insistido con la idea de "rebajar la tensión". También ha querido evitar la crítica directa a Lesmes a pesar de ser muy explícito con la lista de reproches que ha dado y excusa que este órgano judicial hiciera caso omiso a su petición porque es "un consejo en descomposición". El ministro recuerda que ya tendría que estar renovado porque lleva un retraso de dos años. Y ha cargado contra el Partido Popular como el responsable de no tirar adelante sanear a los órganos institucionales: "No se puede ser constitucionalista a tiempo parcial".