El ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, ha evitado entrar en el debate de la guerra entre "comisarios" que, según algunas voces, estaría detrás de las grabaciones de las conversaciones del ministro con el director de la Oficina Antifraude. Esta teoría apunta que el descontento de diferentes estamentos de los cuerpos de seguridad del Estado habría hecho que algún sector conspirara contra el ministro.

Fernández Díaz no ha querido opinar sobre si la Policía Nacional o algún otro estamento policial "le ha sido infiel" a raíz de las desavenencias en su gestión al frente del ministerio. Aun así, ha matizado que él tiene "su opinión y sus informaciones", que espera contrastar con la investigación que ha impulsado.

Ni un paso atrás

Respecto de las nuevas grabaciones que se han filtrado en las últimas horas, el ministro continúa con la teoría de la conspiración y al presentarse como la víctima de todo. "El que a mí me ha pasar ahora, les puede pasar a los otros en otro momento", ha reiterado.

No nos pasará factura

En este sentido, Fernández Díaz ha asegurado que eso no les pasará factura y que los electores tendrían que castigar a los que "se ponen del lado que ha cometido el delito y no en el PP que es la víctima", ha dicho en referencia al resto de partidos políticos que insisten en su dimisión.

Refugio en la tormenta

Fernández Díaz ha hecho estas declaraciones antes de visitar el obrador Bou en Moncada y Reixach. La empresa es propiedad de Josep Bou, presidente de Empresarios de Catalunya. Una plataforma que reúne empresarios que están en contra de la independencia.

El ministro, acompañado de Xavier García Albiol, ha hecho una visita a las instalaciones y ha degustado un surtido de cocas de Sant Joan. Después se ha despedido y se ha marchado a Madrid donde esta tarde participa en el acto de despedida a un director de la Policía que se jubila.

Ayer Fernández estuvo en Badalona, acompañado otra vez de Albiol, en un acto que fue un pequeño baño de masas en medio de la tormenta.