El delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, cree que la ley del referéndum quedará sin efecto tarde o temprano. Así lo ha explicado en declaraciones en TV3, desde donde ha asegurado que "nada de lo que dice [dicha ley] acabará pasando".

En este sentido y a su juicio, el propio president del Govern, Carles Puigdemont, sabe que no se puede hacer esta consulta y que el proyecto de ley que debe amparar el referéndum "nunca formará parte del ordenamiento jurídico español". Además, ha avisado de que el Estado cuenta con muchos mecanismos para actuar ante las vulneraciones de las normativas que sustentan el Estado de derecho.

Advertencia a los comuns

Millo ha pedido a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que se pronuncie con claridad sobre la necesidad de cumplir las leyes ante el referéndum anunciado por el Govern para el 1 de octubre: "La ambigüedad no es positiva".

"Hacen declaraciones contradictorias y generan confusión a la opinión pública", ha lamentado Millo en declaraciones a TV3 en relación al posicionamiento de los comuns de participar en el 1-O entendiéndolo como una movilización ciudadana como la del 9-N y no como un referéndum vinculante. Ha pedido a "los comunes y a Colau que acepten que la democracia consiste en respetar las leyes de los parlamentos", y ha insistido en que el 1-O es ilegal y no puede celebrarse.

Pide diálogo

Millo ha apelado al diálogo institucional como alternativa a intentar "imponer por la fuerza" un referéndum, y ha dicho que el camino a seguir es el de los acuerdos alcanzados el lunes por el Estado y la Generalitat en la reunión de la Junta de Seguridad de Catalunya.

"Este es un ejemplo claro de que, cuando hay voluntad, los acuerdos llegan, y eso me da esperanza de cara al futuro", ha dicho Millo, que participó en el encuentro que encabezaron el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido.