El acto de entrega de la Medalla d'Or de la Generalitat, que han recibido esta noche entre otros la presidenta del Parlament Carme Forcadell y el jurista Carles Viver Pi i Sunyer, se ha convertido en un homenaje a los presos y exiliados. En su intervención en el saló Sant Jordi del Palau de la Generalitat, el president, Quim Torra, ha denunciado que el "vergonzoso encarcelamiento" de Carme Forcadell, "por haber ejercido con pulcritud democrática su trabajo", se ha convertido en "una metáfora de nuestra prisión colectiva y las mentiras sobre las cuales se sustenta".

"Tenemos que confiar en nuestra capacidad de salir adelante como pueblo. Los catalanes seremos aquello que queramos ser, está en nuestras manos, tenemos en nuestras manos el barro, la arcilla, para hacer realidad nuestros sueños", ha asegurado Torra.

El momento más emotivo del acto ha sido la entrega de la Medalla a Forcadell, que ha recogido su marido, Bernat Pegueroles, y que los presentes han acogido aplaudiendo de pie y con gritos de libertad.

También Forcadell, a través de una carta que se ha encargado de leer su esposo, ha querido mostrar un mensaje de optimismo evocando unas palabras de Maria Aurèlia Campany: "A pesar de las incertidumbres e inseguridades a las que nos enfrentamos como nación, tengamos seguro que no estamos al final de nada sino al principio de todo. Ni represión ni prisión ni exilio no podrán parar nuestras convicciones de exigir todo el aire para respirar. Es una cuestión de convicción y de dignidad".

Desde el centro de Mas d'Enric donde se encuentra encarcelada, Forcadell ha insistido en que siempre ha trabajado para "construir un país inclusivo, que todo el mundo se lo pueda sentir suyo, que luche contra desigualdad e injusticia, que potencie la cultura y la lengua propia, donde la ciudadanía pueda verse representada por instituciones modernas y respetuosas con los derechos humanos, de hombres y mujeres nunca súbditos, sino dueños de su destino".

Entre el público, además del presidente del Parlament, Roger Torrent, y los miembros del Govern, estaban los expresidents Artur Mas y José Montilla, y los expresidentes del Parlament, Joan Rigol, Ernest Benach y Núria de Gispert,

Recuerdo a los presos de Pi i Sunyer

Antes que Forcadell ha sido el turno de Pi i Sunyer, que ha asegurado que intervenía "con un sentimiento de tristeza, e indignación apenas contenida" porque no estaban presentes en el salón Sant Jordi todos los que tendrían que estar. "Faltan 9 que están en la prisión y 6 en el exilio, por haber defendido con generosidad extraordinaria los ideales compartidos por una mayoría de la sociedad catalana. Todos ellos y no yo tendrían que estar aquí", ha remachado.

El jurista, que ha defendido el Estado de derecho como un ideal moralmente muy valioso y todavía no alcanzado ni mucho menos, ha recordado su paso por el Tribunal Constitucional asegurando que defendió una lectura diferente de la Constitución y los Estatutos de autonomía para potenciar el autogobierno, pero se marchó con el convencimiento de que esta no sería la vía.

Igualmente, ha evocado su intervención en la redacción del Estatut del 2006 con la idea de rehacer "el pacto constitucional traicionado" con un Estatuto más prolijo y garantista, y la posterior sentencia del TC del 2010 que "desactivó prácticamente todas las mejoras introducidas por el nuevo Estatut".

Fue después de aquella sentencia cuando constató que esta vía no servía para canalizar las aspiraciones de la mayoría de la ciudadanía de Catalunya y que hacía falta un Estado propio independiente. "A menudo he lamentado haber llegado con tanto retraso a esta conclusión", ha confesado.

El jurista ha cerrado su intervención con un recuerdo emocionado para los presos y exiliados por haber mantenido su ideario político y con el convencimiento de que las reivindicaciones catalanas no han vuelto "a la casilla de salida, como algunos querrían", sino que disponen de cimientos sólidos y estables a partir de los cuales hará falta "mucha inteligencia política" para seguir adelante.

También Carme Pigem, que ha recogido la Medalla en nombre de RCR Arquitectos, ha expresado la emoción de compartir este reconocimiento con anteriores galardonados y con el resto de premiados este año. "Nos duele profundamente su falta de libertad así como la de sus compañeros", ha asegurado.