El periodista Max Pradera, analista de Tot es mou, ha manifestado en este programa de TV3, que "la independencia de Catalunya es un invento de Artur Mas y la derecha catalana" (sic).

"Creo que la posibilidad de independencia catalana como ideal está bien, como el Quijote tenía como ideal de amor a Dulcinea del Toboso. Pero creo que eso es un invento de Artur Mas y la derecha catalana. Cuando Rajoy le dice que no a la agencia tributaria catalana, que era lo que en definitiva buscaba Artur Mas, lo que hace la derecha catalana es decir: como no me das lo que es menos, ahora te pido lo que es más, la independencia del país", ha asegurado.

Según Pradera, a partir de ahora la reivindicación independentista irá bajando, con la mesa de diálogo. "Es un invento que irá bajando poco a poco. Y no quiere decir que los catalanes se tengan que bajar los pantalones y quedarse como están. Creo que se llegará a unas cuotas mayores de autonomía todavía, a pesar de ser muy grandes las cuotas de autonomía que ya hay en Catalunya", ha añadido.

TV3 ha presentado la conexión con el epígrafe de "La mesa de diálogo, vista desde 600 km", en alusión a cómo lo ven en Madrid.

El análisis de Pradera ha provocado hilaridad e indignación en la red, a partes iguales, y estos han sido algunos de los comentarios.

"2021", se ha limitado a decir al periodista Albano Dante Fachin para destacar que pasan los años y nada cambia.

Fachin

 

"Pensamiento cis M30 en todo su esplendor", ha ironizado el también periodista Antonio Baños.

antonio baños1

 

Otras reacciones han sido las siguientes:

enteraste

 

marcsallas

 

savall

aznar

gilipollas

 

El primer intento independentista después de la progresiva unión de las coronas de la península Ibérica data de 1641, cuando Pau Claris decretó la República catalana. La Guerra de Sucesión del siglo XVIII también fue un intento de mantener el poder con un modelo confederal, pero con la derrota de 1714 Catalunya pasó a ser regida por las directrices del Consejo de Castilla.

En la etapa moderna, el independentismo catalán renace cuando España pierde las colonias de Cuba y Filipinas en 1898, hasta el punto de que la actual bandera independentista catalana está inspirada en la de la secesión cubana.