El vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri, ha asegurado este viernes que la entidad nunca ha tenido ninguna comunicación con el gobierno español, ni siquiera antes de los registros de la Guardia Civil. Mauri ha criticado que nunca se hayan podido reunir con el Ejecutivo español con la misma facilidad con la que lo hacen otras entidades. Y ha añadido que la primera vez que recibieron una citación judicial fue cuando Jordi Cuixart, presidente de Òmnium, recibió la imputación por sedición por parte de la jueza Lamela, nunca antes habían recibido ningún aviso, ni de la fiscalía ni del gobierno español, por ninguna campaña ni por ninguna página web. Mauri también ha añadido que hasta que no vuelvan a los presos y los exiliados la "libertad estará encarcelada" y ha asegurado que "no era una metáfora".

Mauri ha reivindicado que la entidad seguirá trabajando por la cultura catalana, ya que si no lo hicieran, el Estado habría ganado. Al mismo tiempo, también ha recordado que ahora mismo uno de los objetivos de la entidad es combatir la represión con solidaridad y dar apoyo a todas las personas "perseguidas por el Estado", no sólo con los presos y exiliados sino también con aquellas personas más alejadas del foco mediático.

En este sentido, Mauri ha puntualizado que si la intención del Estado español era enmudecer Òmnium poniendo a su presidente en la prisión, ha conseguido todo lo contrario, ya que desde septiembre, la entidad ha ganado unos 40.000 socios y ahora ya tiene más de 110.000.

Por último Mauri ha asegurado que, a falta de confirmación, la campaña de las rosas amarillas organizada por la entidad este Sant Jordi ha sido todo un éxito, ya que "más del 10% de las rosas vendidas han sido de color amarillo".