Colea por Madrid el mantra silencioso sobre que solamente entre el Partido Popular y el PSOE se podrá dar una salida al proceso soberanista. Mariano Rajoy apela al PSOE para que aporte soluciones para paliar el conflicto con Catalunya. Soraya Sáenz de Santamaría dice que "el error" del Estatut fue no coordinarse entre ellos, ahora que Moncloa necesita aliados para impedir que se pongan las urnas. Ferraz no descarta que se aplique "el imperio de la ley", pero el expresidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, reivindica que el TC no puede resolver "problemas de esta índole". Todo el mundo señala de forma velada un pacto de estado con objetivos diferenciados, y a su vez, el expresident Artur Mas incluso lo reivindica para que se pueda celebrar un referéndum. Pero acto seguido reconoce que ni el PSOE del cepillo ni el PP que cargó contra el Estatut han cambiado.

"No ha habido cambios entre PP y PSOE, el enroque es total y lo lamento profundamente. La única rendija era el giro que dio Pedro Sánchez, que entendió que había que hacer algo más, y se lo cargaron. ¿Qué ha cambiado? Nada. La única cosa, la sociedad catalana, porque una mayoría del Parlament está apostando por el independentismo", ha dicho Mas en un desayuno informativo organizado por la revista Vanity Fair en Madrid, preguntado por El Nacional sobre si veía viable el pacto al cual hacía referencia minutos antes, tras haber sido crítico con PP y PSOE la noche anterior, en la conferencia con el exministro José Manuel García-Margallo.

Mas ha cambiado el Ateneo de Madrid por el barrio lujoso de Chamberí, pero su discurso no se ha movido ni un ápice a la hora de afirmar que la Constitución sigue vigente en la legalidad, pero no así "en la legitimidad". El argumento de Pérez de los Cobos –sobre los límites de la ley– le sirve al expresident para afirmar que eso "señala" el camino al Ejecutivo de Rajoy, con quien, sin embargo, ve las vías del diálogo voladas. "Quien es el receptor es el Gobierno y los partidos de ámbito estatal. Las estructuras de poder del Estado, que pueden cortocircuitarlo todo. Tomen nota", ha remachado sobre el presidente del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, quien también habría posicionado en el sentido del del TC.

Tampoco es inamovible el referéndum, después de que la Generalitat lo haya prometido como muy tarde a finales de año, aunque el TC lo pueda llegar a suspenderlo. "Catalunya tiene dos opciones: detenerse o avanzar. ¿Ustedes qué harían con una mayoría detrás?", ha asegurado Mas. Así y todo, ha vuelto a reivindicar una tercera vía pactada, si es que alguien la tiene. "Se habla mucho de terceras vías, pero nadie concreta nada", ha dicho. Esta se tendría que incluir en el referéndum, y podría venir a propuesta de un acuerdo de los partidos españoles, ahora que Podemos también es un actor en el Congreso.

En medio del previsible choque de trenes, el expresident asume que la victoria del "no", no supondría el fin del proceso soberanista. "Si se pierde, se pierde. No es un resultado inmutable, es evidente, las cosas cambian, evolucionan", ha dicho. Pero la advertencia es sobre que las tres sentencias recientes de inhabilitación por el 9-N, y la que se prevé para el exconseller Francesc Homs, esta semana, tampoco disminuyen la voluntad de construir un Estado propio. "Las condenas ayudan más al proceso soberanista que al proyecto unionista. Gente que está contra la independencia de Catalunya no entiende que el recurso sean los tribunales", ha avisado a la maquinaria del Estado.