El presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, ha reiterado esta noche ante el secretariado de Convergència que no habrá ninguna nueva propuesta a la CUP después que la asamblea de la formación anticapitalista cerrara el domingo con un empate la votación sobre la oferta de Junts pel Sí para la investidura, según las fuentes consultadas por El Nacional.

Mas ha insistido, ante la dirección convergente, que es la CUP quien tiene un problema y quien lo tiene que resolver, vista la división que ha puesto de manifiesto la votación de la asamblea. Y que una vez hayan resuelto cómo superan su debate interno ya les comunicarán lo que decidan.

El líder convergente ha salido así al paso del malestar que ha provocado en las filas de su partido el resultado del cónclave cupero de Sabadell.

El entorno de Mas ha valorado las últimas horas de qué manera el presidente en funciones tenía que transmitir su valoración sobre la situación en que han quedado las negociaciones con la CUP. Incluso se había planteado la posibilidad de que compareciera este mediodía en la rueda de prensa posterior a la reunión del Govern. Finalmente, sin embargo, se ha optado por una entrevista en Catalunya Ràdio este martes.

La pelota, en el tejado de la CUP

La voluntad es dejar claro que la pelota continúa en el tejado cupero y que Junts pel Sí ya ha dicho lo que tenía que decir y no tiene intención de mover ficha.

Esta misma idea es la que se ha expresado este lunes en el Parlament en la reunión de la dirección del grupo parlamentario de JxSí. De hecho, el grupo se ha conjurado para que, una vez el cabeza de lista, Raül Romeva, haya hecho una primera valoración en los pasillos de la Cámara, sea Mas y, si lo decidiera, el republicano Oriol Junqueras, los únicos que se pronuncien públicamente.

JxSí no quiere ofrecer en ningún momento la imagen que vuelve a entrar en una negociación con los cuperos. Por esta razón en sus breves valoraciones, Romeva ha insistido en que la propuesta sigue viva y es la CUP quien tendrá que tomar una decisión.

Después de semanas en que el no parecía la opción más fuerte dentro de la CUP, el empate de la asamblea ha abierto una profunda grieta en las filas anticapitalistas, y la voluntad de JxSí es aprovechar esta brecha.