La campaña de Democràcia i Llibertat ha contado esta mañana con el apoyo del conseller de Economía en funciones, Andreu Mas-Colell, que ha denunciado una campaña de calumnias y desestabilización del gobierno español contra las finanzas de la Generalitat. A su lado, Francesc Homs, ha evocado el modelo de negociación con Madrid de los últimos 30 años, en el que, en su síntesis, los partidos catalanes pagaban por adelantado mientras el gobierno español de turno incumplía sistemáticamente. La cita matinal de la campaña de DiL ha derivado en un intento de exorcismo de aquellos años y hacer repaso de la situación en la que han desembocado, con las finanzas hoy ahogadas.

Todo ello, a la espera del aterrizaje del refuerzo del presidente en funciones, Artur Mas, que hoy ha vuelto de París. "La campaña empieza mañana", sintetiza uno de los estrategas de Homs, en referencia al regreso de Mas en un mitin en Vilanova i La Geltrú.

A partir de aquí la participación del presidente en funciones será muy intensa, tanto en mítines como a través de comparecencias en medios y protagonizando alguna de las ruedas de prensa matinales de la campaña. El objetivo: conseguir hacer un agujero en una carrera donde las formaciones estatales y las diferentes operaciones postelectorales en marcha están eclipsando las candidaturas catalanas.

Calumnia y desestabilización

El repaso de Homs ha partido del diagnóstico descarnado que el conseller de Economía en funciones, Andreu Mas-Colell, hace de la situación económica que sufre el Govern. Mas-Colell ha denunciado que las finanzas del Govern están siendo sometidas a una campaña de calumnias –"que si escondemos esto y aquello"– y desestabilización.

En este sentido, ha lamentado que la Generalitat dependa del dinero que le llega del FLA y "nunca es bueno tener sólo un banco". "Si sólo tienes un banco acaban abusando. Y a este le sale de naturaleza. Es malo, ineficiente, abusa y hace política, lo que sabemos que nunca es bueno ", reprochó.

El conseller de Economía, que desde el Govern se ha caracterizado por plantear un diagnóstico sin rodeos de la complejidad de la situación catalana y la implacable actuación del ministerio de Hacienda, ha recordado que Catalunya sufre un déficit fiscal que oscila entre los 12 y los 16 mil millones y que debe responder al déficit que impone el Estado y que tacha de "ridículo".

A Homs le ha tocado repasar cómo se ha llegado hasta aquí. Desde la asfixia premeditada que hace 30 años denunció Ramon Trias Fargas, pasando por los diferentes modelos de financiación hasta llegar al actual ahogamiento.

El candidato de DiL ha querido dejar claro que la dinámica de estos años se ha basado en dos principios. Primero, que los partidos catalanes –no sólo Convergència, también PSC y ERC, ha dicho– tenían que pagar por adelantado, en forma de apoyo a las diferentes investiduras y a la gobernabilidad en el Estado. Mientras que a continuación los compromisos se han incumplido de manera sistemática.

"En la vida si haces siempre lo mismo y obtienes la misma respuesta negativa, tienes que cambiar estratégica. Y eso es lo que estamos haciendo", ha sintetizado en referencia al proceso hacia la construcción del nuevo Estado.

Según el candidato, con una hacienda propia, el estado del bienestar sería mucho más avanzado en Catalunya y no debería haber sufrido los recortes que se han impuesto estos años.

Camino impracticable

En este punto, Homs ha advertido que hay una mayoría muy cohesionada para llevar adelante la Hacienda propia, en el marco de la ley de transitoriedad previsto en la hoja de ruta soberanista. Ha sido un mensaje directo a la CUP.

"Aquí nos hemos dado un plazo, corto, de 18 meses. Requiere una dosis de gran cohesión. Si en este camino, que es posible y tenemos ideas muy claras de cómo hacerlo, nos dedicamos a buscar acentos, esto lo hace muy difícil o impracticable", ha advirtido.

El cabeza de lista ha añadido que, una vez Catalunya disponga de las herramientas propias de un Estado, habrá "años, décadas, diría que la eternidad, tiempo de sobra para decidir cómo se debe hacer, y lo determinarán las mayorías en el conjunto de nuestra sociedad". "Este es el gran objetivo y parece que algunos no lo acaban de entender", reprochó en una nota espetada a los cupaires.