"Nunca es una marcianada intentar cumplir un mandato electoral". Con esta contundencia se ha expresado el expresidente de la Generalitat, Artur Mas, cuando la periodista de La Sexta Ana Pastor le ha preguntado si "es una marcianada investir a un presidente de forma telemática", Mas ha añadido que el presidente Puigdemont, por lógica democrática, intentará llegar hasta el final y exprimir todas las opciones para ser presidente. A pesar de esta afirmación, el expresidente ha confesado que no tiene la seguridad si "lo podrá conseguir en la distancia".

Por otra parte, Artur Mas ha dicho que "nadie es imprescindible" pero si que lo es "cumplir con los mandatos electorales"; en este punto ha recordado que el presidente en el exilio aseguró que si ganaba "restituiría el gobierno anterior" y que por lo tanto "está luchando por cumplir con lo que prometió y con el mandato surgido de las urnas del 21 de diciembre".

Volviendo al tema de una investidura a distancia, el expresidente ha apuntado que "es evidente que lo más normal es gobernar desde el Palau de la Generalitat", pero ha matizado que la situación en la que se encuentra Catalunya no es normal y que por lo tanto se puede considerar la investidura telemática. En la misma línea ha explicado que "se tendrá que ver como se interpretan las normas de investidura en una situación tan extraordinaria".

Sobre la decisión de marcharse a Bélgica del presidente Puigdemont y los consellers que lo acompañan, ha expuesto que el tiempo ha acabado demostrando que el exilio era una buena opción porque le ha dado "más libertad y se ha podido presentar a las elecciones". Ha subrayado que ,tal y como hizo él en el 2016, cuando dejó paso a Puigdemont, el jefe del ejecutivo catalán siempre pensará primero en el país y en el proyecto de todos los catalanes; "actuará bien por el proyecto común".

Sobre el caso Palau, del cual este lunes se conocerá la sentencia después de 8 años de procesos judiciales, Artur Mas ha defendido, una vez más, a Daniel Osàcar y ha asegurado que "sigo pensando que es irreprochable, aunque se condenara a CDC por financiación irregular seguiría defendiendo la inocencia de Osàcar".

Finalmente, el expresidente de la Generalitat ha hecho autocrítica indicando que quizás se precipitó al poner un plazo de 18 meses para declarar la independencia ya que "se ha demostrado que no se pueden poner plazos fijos para operaciones de esta magnitud". Sin embargo ha insistido en matizar que "por más que la gente supiera que la República no era operativa siguió votando a favor de la independencia el 21 de diciembre".