El presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, ha advertido de que "el pacto y la cesión que comporta" alcanzarlo no debe equivaler "a una humillación" o bien a una "bajada de pantalones".

En un discurso pronunciado la noche de este martes durante el acto de entrega de los premios de la patronal Foment del Treball, en Barcelona, se ha referido así, por una parte, a la situación política en Cataluña, marcada por la última oferta de acuerdo de Junts pel Sí a la CUP para hacer posible su investidura, y por otra, a la posibilidad de un acuerdo que permita el encaje de Catalunya en España.

Presencia de Margallo

En ese mismo acto, el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha apelado a Catalunya a buscar un acuerdo para resolver su encaje en España, y ha añadido: "Hemos de renovar nuestro edificio común. Hay puentes dañados, pero ninguno se ha roto. Ha habido desencuentros, pero no despedidas irreversibles", ha sentenciado el ministro.

En respuesta al titular de Exteriores, Mas ha lamentado que "en la cultura política del Estado, el pacto y la cesión que comporta se considera una humillación, y esto no permite escuchar y pactar como haría falta, a partir de lo que dicen las urnas".

Ambos, en funciones

A continuación, y en alusión implícita a la marcha de las negociaciones con las CUP, la formación anticapitalista de la que depende su investidura, Mas ha hecho extensiva esta reflexión a Catalunya, al asegurar que su reflexión valía "para Catalunya y para España".

Por otra parte, Mas ha bromeado sobre la fragmentación y la complejidad política que han deparado las elecciones catalanas y las generales. "Compartimos algo seguro, que los dos estamos en funciones", ha espetado Mas al titular de Exteriores, al que le ha recomendado "paciencia". "Yo llevo casi tres meses", le ha dicho, en alusión al tiempo que ha pasado desde las elecciones catalanas del 27 de septiembre.