El expresidente de la Generalitat Artur Mas ha avisado de que si hay acciones violentas después de la sentencia, aunque sean minoritarias, se hará el juego al adversario y a los que tienen ganas de colgar la etiqueta de violento al movimiento independentista.

En una entrevista en la cadena Ser, además, ha añadido que podría acabar con la ilegalización de los partidos independentistas teniendo en cuenta los precedentes al estado español.

Según Mas, en este procés, los sacrificios tienen que ser "razonables" y el balance tiene que estar a favor de los beneficios. "Si defiendo el proyecto soberanista es porque creo que podríamos llegar a tener un país en el qué el paro y la falta de trabajo no sea una preocupación diaria", ha añadido descartando una estrategia de desgaste de la economía.

Mas ha defendido el concepto de "desobediencia pacífica" y ha rechazado la idea de "cuándo peor mejor". Y ha considerado que una "alteración del orden público" podría llevar a consecuencias que "no serían buenas". En este sentido, ha recordado que en octubre del 2017, tanto Carles Puigdemont cómo Oriol Junqueras rechazaron la posibilidad de hacerse fuertes en la calle por el riesgo de "violencia añadida" en la del 1-O.

Por otra parte, el expresidente ha rechazado la propuesta de desgastar la economía española que el exconseller Toni Comín ha puesto sobre la mesa. El una entrevista a 'Ser Catalunya', Mas ha argumentado que no quiere que el precio de lo que está intentando sea "hundir" su economía y ha rechazado la idea de, si hace falta, perder puestos de trabajo.