No todo lo que vemos en la televisión es real, pero tampoco todo se consigue digitalmente. Un buen ejemplo es una escena de la nueva película de Mary Poppins, donde la protagonista, interpretada por Emily Blunt, desaparece mágicamente dentro de una bañera llena de espuma. El equipo técnico no ha necesitado, esta vez, ningún procedimiento de posproducción ni creaciones con ordenador.

Para conseguir este efecto óptico, tal como demuestran las imágenes del making of que se han publicado recientemente, el rodaje recurrió a las herramientas del cine clásico. El truco es sencillo, pero muy bien pensado. La actriz se deja caer de espaldas dentro de la bañera y desaparece por un tobogán invisible a los ojos del espectador.

¡Magia!