El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha defendido que en España "no existe represión de la discrepancia política", en respuesta a una interpelación de la CUP en la sesión de control de este miércoles en el Congreso. "Existe reconocimiento de la necesidad de resolver, y hoy será un buen ejemplo, en el marco del Estado de derecho situaciones como las que se han dado a Catalunya desde el diálogo y el acuerdo entre diferentes", ha añadido. El diputado de la CUP Albert Botran ha denunciado la "represión política a la disidencia" y ha afirmado que el Estado -gobierne tanto al PP como al PSOE- trata "el independentismo como enemigo político".

El diputado de la CUP ha afirmado que el "principal riesgo" de la mesa de diálogo es que "ante una aparente normalidad de igualdad entre las partes" continúe "por debajo" la "tarea de represión con expedientes judiciales e investigaciones policiales". "Su policía actúa en Catalunya como una verdadera fuerza de ocupación", ha dicho Botran, que ha asegurado que la respuesta a protestas de otros colectivos no son atacadas de la misma forma.

Grande-Marlaska ha afirmado que la solución al conflicto no se alcanzará con "inmovilismo, inacción y prejuicios" y ha criticado que es una política en la que la CUP "coincide sorprendentemente con un grupo como Vox". El ministro ha dicho que una prueba que "no hay represión" es que un partido como la CUP "participe con todos los derechos y garantías" en la política estatal.

Según el ministro, la CUP hace un "análisis demasiado simple de una realidad mucho más compleja". Botran ha criticado las investigaciones contra miembros de los CDR, el despliegue policial posterior a la sentencia del 1-O o las citaciones a personas que participaron en cortes de carreteras.