"Con Catalunya, tenemos un problema de financiación". Con estas palabras, el ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, ha reconocido en El Matí de Catalunya Ràdio que dio la razón al eurodiputado Ramon Tremosa en este sentido, pero ha querido dejar bien claro que "no le dije que entendería que Catalunya se marchara por este problema".

Precisamente por eso, el ministro en funciones ha recordado que "en 1714 hubo una guerra de sucesión y no de secesión", aparte de que "España es una unidad desde 1466, y ha abogado por "mantener lo que tenemos, Catalunya tiene el autogobierno más amplio que ha tenido nunca".

Ahora bien. Preguntado y repreguntado por si reconoce Catalunya como una nación, Margallo -que ha intentado desviar el tema varías veces- ha admitido que "se podría hablar de reconocer a Catalunya como una nación cultural o histórica", sin embargo, eso sí, "sin que se entienda como secesión".

No obstante, el ministro en funciones no ha dado la razón al Premio Nobel de Economía, Joseph Eugene Stiglitz, cuando aseguró que una Catalunya independiente sería viable económicamente. A su juicio, "está equivocado porque si la UE no reconoce Catalunya, se encarecerían las exportaciones". "Cuando tú reduces tu economía, la moneda cae", ha destacado.

"Catalunya me pertenece"

Dejando claro otra vez que "no puede haber un referéndum sin cambiar la Constitución", Margallo ha enviado un mensaje al Govern recordándolos que "la Constitución es muy clara, dice que cada centímetro cuadrado de España pertenece a todos los individuos" y que, por lo tanto, "a mí Catalunya me pertenece tanto como cualquier otro español".

En este sentido, Margallo ha sugerido al Govern que proponga una reforma de la norma suprema "de acuerdo con los trámites" porque, de momento, mientras haya una ley, se tiene que acatar. Emplazando a Mònica Terribas a preguntarle en catalán -hasta el momento lo había hecho en castellano-, el ministro en funciones se ha lamentado de que "encontramos problemas donde no hay" y ha pedido "no establecer más límites al diablo de los que ya establece la ley".

Diferenciando completamente la situación entre Escocia y Catalunya porque "las constituciones son diferentes", Margallo ha instado a "respetar la ley" también en relación a la denuncia del PP contra el Ayuntamiento de Badalona por haber trabajado el 12-O, porque es "la primera norma para vivir civilizadamente" y ha alertado de que si la ciudadanía no lo acata, "caeríamos en la anarquía".

Gobierno en octubre

Margallo también se ha mostrado convencido de que "no tengo ninguna duda de que antes de que termine octubre tendremos gobierno" porque el PSOE se abstendrá, pero lo que no ha dejado tan claro es que él esté dentro. Y es que considera que "el sentido común, la racionalidad, y el patriotismo aconsejan" que los socialistas "dejen gobernar" el PP, que ganó las elecciones del 26-J.

También se ha lamentado de que la corrupción, "por desgracia, no se acaba en ningún país del mundo porque quien es un golfo, es un golfo" y, recordando que es "un problema universal", finalmente ha admitido que en "España también tenemos un problema ".

Gibraltar y las relaciones exteriores

Subrayando que "la situación de Gibraltar nunca más será la misma", Margallo ha defendido sus declaraciones de la semana pasada, cuando aseguró que "pondré la bandera española en Gibraltar".

"La única solución es que algún estado miembro asuma las relaciones exteriores y el único estado que puede hacerlo es España", ha puesto sobre la mesa, al tiempo que ha anunciado que será en marzo cuando "entraremos en un periodo de negociación", justamente cuando el Reino Unido empiece a negociar con la Unión Europea.

El desafío de los refugiados

Convencido de que "los refugiados será el desafío más importante que tendremos", Margallo ha querido diferenciar entre inmigrantes y refugiados, que es el primero que "debemos distinguir".

Según él, "la gente ignora que gran parte de los sirios no quieren venir a España ni en Italia", sino que "quieren ir a Alemania porque tendrán trabajo" y ha lamentado que "si enviamos otro avión en Turquía, volverá vacío".