"De ninguna manera, José, nunca pondrás la mano en el Peñón". Con estas palabras, el primer ministro de Gibraltar, Fabian Picardo, volvió a mostrar ayer su negativa a negociar el acuerdo de cosoberanía planteado por el Estado español.

Ante esto, el ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, no dudó ni un segundo en responderle en RTVE después de la cuarta comisión de la asamblea general de las Naciones Unidas, dejándole bien claro: "La mano no, pondré la bandera y mucho antes de lo que Picardo cree", porque, considera, "está en el guion que el primer ministro diga eso".

Y es que Margallo está convencido de que a pesar del ministro gibraltareño se niegue, las autoridades del Peñón empezarán a negociar con España el próximo año, cuando se notifique la salida del Reino Unido de la Unión Europea y se abra el plazo de dos años para negociar las condiciones. Precisamente por eso, el ministro en funciones se atrevió a decir que en menos de cuatro años la bandera española estaría colocada en Gibraltar.

En su opinión, cuando Gibraltar salga de la UE "la solución actual desaparece y hay que buscar una nueva" porque los gibraltareños "verán que hay una salida y empezarán a ver una fórmula".