Aviso del exvicepresidente de la Assemblea Nacional Catalana, Jaume Marfany, de "todo tipo de movimientos de partidos políticos de cara a aportar efectivos dentro de la ANC para reconducirla". En declaraciones a El Nacional, Marfany ha explicado que es "lógico y normal" que eso pase, pero que acabe influida por el partidismo "es el peor mal" que puede pasar.

La advertencia del exdirigente, con la vista puesta en la asamblea ordinaria del 17 de abril en Manresa, hace referencia a los eventuales movimientos dentro de un sector de la entidad que querría forzar el reemplazo del actual presidente, Jordi Sánchez, por el exdiputado de la CUP Antonio Baños.

El hecho ha generado esta mañana una discusión con la líder del comité internacional de la entidad, Liz Castro, donde ésta lo ha acusado de ser una de las personas que la presionaron para que diera un paso al lado en favor de Jordi Sánchez, aun haber sido la más votada. "Me sabe mal para el proceso soberanista y los miembros de la Assemblea", ha remarcado Marfany en este diario, añadiendo que "no es un tema que se tendría que hablar en Twitter".

En todo caso, el exvicepresidente ha querido reiterar en su defensa que "fue ella quien me llamó", "quería hablar con diferentes personas". "Quedamos y le dije que haría mejor trabajo en la sección de Internacional", pero "es mi palabra contra la suya", ha remachado.

Transparencia

El movimiento de una cuarentena de asambleas territoriales de la ANC, que están recogiendo firmas para hacer "más transparente los procesos de elección y votación" de la entidad, Marfany considera que tiene motivaciones reales. "Ha habido escasa comunicación entre el secretariado y las bases", afirma.

Dada su implicación ahora hace un año en la comunicación interna de la organización, dice que asume su parte de "responsabilidad" porque ha faltado "feedback", interacción "fluida, directa y rápida".