Ernest Maragall ha escogido para el penúltimo día de campaña la plaza del Mercat del Clot para dar el mitin más íntimo, personal y emotivo de las últimas dos semanas. El candidato de ERC a la alcaldía de Barcelona ha querido tener un recuerdo para su hermano, el exacalde Paqual Maragall, y para explicar qué legado de Barcelona espera dejar para el futuro. El alcaldable también ha aprovechado para apelar a los indecisos, asegurando que puede ir de un solo voto con Ada Colau, y ha defendido que se siente "preparado para el reto" ser "alcalde de Barcelona hasta las últimas consecuencias".

El candidato ha esbozado también qué Barcelona quiere y qué legado espera dejar como alcalde y, aunque ha asegurado que él no lo podrá ver, ha defendido que espera que de aquí 15 o 20 años haya una ciudad "más viva, confiada en ella misma y reconciliada con los gobernantes". También que empiece a "ganar la batalla por los valores, la dignidad, el civismo, la convivencia y la democracia" y que sea la "capital de la república catalana".

Con respecto a su hermano Pasqual, ha confesado que a lo largo de la campaña muchos ciudadanos se han interesado por el estado de salud y ha reconocido que "cuando eso pasa no puedo evitar una mezcla de sentimientos como dolor pero también complicidad, empatía y agradecimiento". A pesar de no querer compararse con él ni hacer uso de su legado, ha reconocido que le genera "exigencia", pero ha defendido que está preparado por el reto de ser alcalde de la ciudad.

A menos de 24 horas del final de la campaña, Maragall también se ha referido a su principal contrincante a las elecciones, Ada Colau, con quien salen prácticamente empatados a las encuestas, y con quien mañana se verá en un cara a cara, y ha defendido que puede ir de "un voto". El candidato ha asegurado que el proyecto de los comunes en la ciudad está "agotado" y que no es "lo que Barcelona necesita" y ha vuelto a cargar contra su "ambigüedad" y "equidistancia" con la cuestión nacional.