"Aquí estamos otra vez". Con estas palabras ha inaugurado el conseller de Exteriors, Ernest Maragall, la delegación del Govern en Berlin, la primera después de que se ha reabierto después del 155. Lo ha hecho acompañado de la delegada Marie Kapretz, quien seguirá al frente de la delegación después de haber sido restituida y nombrada por el Govern el pasado mes de julio.

La inauguración ha tenido lugar este miércoles a pesar de la amenaza del ministro Josep Borrell de presentar un recurso "en los próximos días" por su reapertura, acogiéndose a un defecto de forma. La conselleria, sin embargo, mantiene que continuará adelante con el calendario de reapertura establecido.

De hecho, el conseller ha asegurado que espera que una "solución política" frene el recurso. En declaraciones a los medios, Maragall ha lamentado el "vicio tribunalístico" y ha reivindicado que el Govern se defenderá, a pesar de mantener a la vez "la mano tendida".

"Espero que pronto se encuentre una solución antes de que llegue a los tribunales", ha asegurado.

El conseller ha destacado que la Generalitat quiere "trabajar" e "influir", "ser presente en todos los sentidos" en Europa para contribuir de forma "activa" en su evolución. También Maragall ha valorado la reapertura de estas dependencias en Berlín como aparte de un proceso de "normalización" y "restitución" de las instituciones democráticas que, ha dicho, "lamentablemente todavía no existe", en referencia a los presos y exiliados.

Después de Berlín, la siguiente que reabrirá será la de Londres, el próximo jueves 27 de septiembre, y la seguirán Irlanda, Suiza e Italia. Todas ellas ya tienen delegado asignado. Por otra parte, el Govern mantiene abierto un concurso público para seleccionar a los delegados para Francia y los Estados Unidos.

Estas dos delegaciones se abrirán en una segunda fase, mientras que habrá una tercera fase que comprende la apertura de "embajadas" en los países nórdicos, en los Balcanes, en China e incluso en los estados del Oriente Medio.

Con la aplicación del 155 todas las delegaciones fueron cerradas, a excepción de la de Bruselas, que actualmente está dirigida por la consellera en el exilio Meritxell Serret.